De todas las actividades pecaminosas, la más grave es ofender a un Vaisnava.
Una ofensa a los pies de loto de un Vaisnava es tan devastadora que Sri Caitanya Mahaprabhu la ha comparado con un elefante loco que entra en un jardín, causando estragos al arrancar plantas y árboles. Quien ofende a los pies de loto de un brahmana o Vaisnava desarraiga todas sus buenas acciones. Por lo tanto, es crucial evitar cometer vaisnava-aparadha, es decir, ofensas a los pies de loto de un Vaisnava. El Señor afirma que, aunque Hiranyakasipu había recibido bendiciones del Señor Brahma, éstas perderían su validez en el instante en que cometiera una ofensa a los pies de loto de su hijo, Prahlada Maharaja. Prahlada Maharaja, descrito como nirvaira (sin enemigos), ilustra que un devoto no tiene antagonismos; su comportamiento es pacífico y adhiere a las escrituras, mostrando características sublimes. Aunque un devoto no busque conflictos, si alguien se convierte en su enemigo, será derrotado por la Suprema Personalidad de Dios, sin importar las bendiciones que haya recibido. A pesar de que Hiranyakasipu estaba disfrutando de los frutos de sus austeridades, el Señor advierte que cualquier ofensa a los pies de loto de Prahlada lo llevaría a la ruina. La longevidad, la opulencia, la belleza y cualquier otra cosa conseguida a través de buenas acciones no pueden proteger a quien ofende a un Vaisnava, ya que, sin importar lo que posea, tal ofensor será derrotado.
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Séptimo Canto, Capítulo 04 – Texto 28