Śrīmad-Bhāgvatam – Canto 4

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Algunos de los seguidores del Señor Shiva le imitan e intentan tomar intoxicantes como la ganja (marihuana).

Darse al vino, comer carne, dejarse el pelo largo, no bañarse todos los días y fumar gāñjā (marihuana) son algunos de los hábitos que adoptan las criaturas necias que no siguen regulaciones en la vida. Semejante comportamiento les priva de conocimiento trascendental. A veces vemos devotos del Señor Śiva que imitan las características del Señor Śiva. El Señor Śiva, por ejemplo, bebió un océano de veneno, y algunos de sus seguidores, imitándole, toman drogas como la gāñjā (marihuana). La consecuencia es que seguir tales principios conduce a la infidelidad y al abandono de los valores védicos. Se dice que estos devotos del Señor Shiva seran «sacchastra-paripanthinah», lo que significa que se oponen a las conclusiones de los sastras, o escrituras. Esto también se confirma en el Padma Purana. La Suprema Personalidad ordenó al Señor Siva predicar una filosofía impersonal, o Mayavada, con un propósito específico, al igual que el Señor Buda predicó la filosofía de la vacuidad por razones específicas citadas en los sastras. A veces es necesario promover una doctrina filosófica que contradice las conclusiones védicas. En el Shiva Purana, se menciona que el Senor Shiva le dijo a Parvati que en Kali-yuga, predicaria la filosofia Mayavada, tomando la forma de un Brahmana. Por eso es común encontrar que los adoradores del Señor Shiva siguen esta tendencia Mayavadi.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 02 – Textos 28 y 29.

La maldición de daksa (suegro de Shiva) fue indirectamente una bendición para Shiva.

Fue debido a la maldición de Daksa que Shiva fue excluido de las oblaciones durante los sacrificios védicos. Śrī Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura comenta a este respecto que la maldición de Dakṣa liberaba al Señor Śiva de la desdicha de participar en el sacrificio con todos los demás semidioses, que eran materialistas. El Señor Śiva es el devoto más elevado de la Suprema Personalidad de Dios, y no es apropiado que coma o se siente con personas materialistas como los semidioses. De esta manera, la maldición de Dakṣa indirectamente era una bendición, pues Śiva no tendría que comer o sentarse con los demás semidioses, que eran demasiado materialistas. Gaurakiśora dāsa Bābājī Mahārāja nos dio un ejemplo práctico, pues solía sentarse a rezar el mantra Hare Kṛṣṇa al lado de una letrina. Como siempre iban a verle muchas personas materialistas, y le molestaban y rompían su rutina diaria de oración, para evitar su compañía solía sentarse junto a una letrina, sabiendo que las personas materialistas no irían debido a la suciedad y el olor desagradable. Sin embargo, Gaurakiśora dāsa Bābājī Mahārāja era tan grande que fue aceptado como maestro espiritual por una personalidad tan elevada como Su Divina Gracia Oṁ Viṣṇupāda Śrī Śrīmad Bhaktisiddhānta Sarasvatī Gosvāmī Mahārāja. La conclusión es que el Señor Śiva siguió sus propias pautas de conducta para evitar que las personas materialistas pudieran molestarle en su práctica de servicio devocional.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 02 – Texto 18.

El Señor Shiva es el maestro espiritual de todos, tanto de los aburridos y endemoniados como de los vaisnavas altamente eruditos.

Aquí se describe al Señor Śiva como carācara-guru, «el maestro espiritual de todos los objetos animados e inanimados». A veces se le conoce con el nombre de Bhūtanātha, que significa «la deidad adorable de los más torpes». La palabra bhūta a veces se refiere a los fantasmas. El Señor Śiva se encarga de reformar a personas que son fantasmas y demonios, y por descontado, también a quienes poseen cualidades divinas; por lo tanto, es el maestro espiritual de todos, tanto de los torpes y demoníacos como de los muy eruditos vaiṣṇavas. Se afirma también: vaiṣṇavānāṁ yathā śambhuḥ: Śambhu, el Señor Śiva, es el más grande de los vaiṣṇavas. Por un lado, es el objeto adorable de los torpes demonios, y por otro, es el mejor de todos los vaiṣṇavas, el mejor de todos los devotos, y encabeza una sampradāya que recibe el nombre de Rudra-sampradāya. Se considera que los que no se bañan regularmente viven en compañía de fantasmas y criaturas demenciales. Esa era la imagen que daba el Señor Śiva, pero su nombre, Śiva, es verdaderamente adecuado, pues él es muy bondadoso con las personas que están en las tinieblas de la modalidad de la ignorancia, como los sucios borrachos, que no suelen bañarse. El Señor Śiva es tan bondadoso que brinda su refugio a tales criaturas, y gradualmente las eleva hasta el plano espiritual de conciencia. Es muy difícil hacer que tales criaturas se eleven hasta el plano de la comprensión espiritual, pero el Señor Śiva se ocupa de ellas, y por esa razón, como se afirma en los Vedas, él es completamente auspicioso. Es así como, por relacionarse con él, incluso esas almas caídas pueden elevarse. Es posible ver a veces a grandes personalidades relacionarse con almas caídas, no por ningún interés personal, sino para beneficio de esas almas. En la creación del Señor hay diversas clases de criaturas vivientes. Unas están en la modalidad de la bondad, otras en la modalidad de la pasión, y otras en la modalidad de la ignorancia. El Señor Viṣṇu Se ocupa de las personas muy avanzadas que son vaiṣṇavas conscientes de Kṛṣṇa, y el Señor Brahmā se ocupa de las personas que están muy apegadas a las actividades materiales, pero el Señor Śiva es tan bondadoso que se ocupa de las personas que están en la más densa de las ignorancias y que muestran un comportamiento inferior al de los animales. Por eso se dice del Señor Śiva que es especialmente benévolo.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 02 – Texto 02 & 15

Los resultados que los semidioses atribuyen a los seres vivos corresponden exactamente a las acciones de los seres vivos.

Las palabras chāyeva karma-sacivāḥ son significativas aquí. Chāyā significa sombra. La sombra del cuerpo sigue con precisión los movimientos del cuerpo. La sombra no tiene el poder de moverse de una manera diferente al movimiento del cuerpo. Del mismo modo, como se afirma aquí, bhajanti ye yathā devān devā api tān: los resultados que los semidioses otorgan a los seres vivos corresponden exactamente a las acciones de los seres vivos. Los semidioses están facultados por el Señor para seguir con precisión el karma particular de una entidad viviente, concediéndole felicidad y aflicción. Al igual que una sombra no puede moverse de forma independiente, los semidioses no pueden castigar o recompensar a un ser vivo de manera independiente. Aunque los semidioses son millones de veces más poderosos que los seres humanos de la Tierra, en última instancia, no son más que pequeños servidores de Dios, a quienes el Señor permite desempeñar el papel de controladores del universo. En el Cuarto Canto del Śrīmad-Bhāgavatam, Pṛthu Mahārāja, un avatar empoderado del Señor, señala que incluso los semidioses pueden enfrentarse al castigo del Señor si se desvían de Sus directrices. Por otro lado, los devotos del Señor, como Nārada Muni, pueden influir en el karma de un individuo a través de sus poderosas enseñanzas, animando a la persona a renunciar a las acciones fruitivas y a la especulación mental en favor de la sumisión a la Suprema Personalidad de Dios. Aunque en el reino material, los individuos actúan bajo las limitaciones de la ignorancia, si uno se ilumina asociándose con un devoto puro del Señor, puede reconocer su verdadera identidad como siervo eterno de Dios. Al dedicarse a ese servicio, el apego al mundo material y las repercusiones de las acciones pasadas disminuyen, y como alma consagrada, uno adquiere libertad espiritual ilimitada en el servicio al Señor. El Brahma-saṁhitā (5.54) lo articula bien:

yas tv indragopam athavendram aho sva-karma-bandhānurūpa-phala-bhājanam ātanoti

karmāṇi nirdahati kintu ca bhakti-bhājāṁ govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi.

Adoro al Señor primordial, Govinda, que incinera todas las actividades fructíferas de aquellos que están imbuidos de devoción. A todos los que emprenden el camino de la acción, ya sea Indra, el rey de los semidioses, o el insignificante insecto indragopa, Él les concede con justicia los frutos de sus acciones de acuerdo con sus actos pasados. Así pues, incluso los semidioses están sujetos a las leyes del karma, mientras que un devoto puro del Señor, totalmente libre del deseo de placeres mundanos, erradica todo rastro de karma.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 02 – Texto 06.

La voluntad suprema es el juicio final.

Uno de los nombres que se da a la Suprema Personalidad de Dios es «la voluntad suprema». Todo lo que ocurre se debe a la voluntad suprema. Por eso se dice que ni una brizna de hierba se mueve sin la voluntad suprema. Generalmente, a los ejecutantes de actividades piadosas les corresponde elevarse a los sistemas planetarios superiores, los devotos se elevan hasta los Vaikuṇṭhalokas, que son los mundos espirituales, y los especuladores impersonales se elevan hasta la refulgencia impersonal del Brahman; pero a veces sucede que un malvado como Ajāmila, con tan solo pronunciar el nombre de Nārāyaṇa, se eleva inmediatamente hasta el Vaikuṇṭhaloka. Aunque Ajāmila pronunció esa palabra para llamar a su hijo Nārāyaṇa, el Señor Nārāyaṇa lo tomó en serio, y de inmediato le elevó hasta el Vaikuṇṭhaloka, aunque en el pasado había cometido toda clase de actividades pecaminosas. Por otra parte, el rey Dakṣa siempre estaba ocupado en la actividad piadosa de ejecutar sacrificios, pero fue el causante de un pequeño conflicto con el Señor Śiva, y por esa simple razón recibió una amonestación severísima. Se concluye, por lo tanto, que la decisión final depende de la voluntad suprema; su veredicto es inapelable. Por consiguiente, el devoto puro se somete en toda circunstancia a la voluntad suprema del Señor, considerándola lo más auspicioso.

tat te ‘nukampam susamiksamano bhunjana evatma-krtam vipakam
hrd-vag-vapurbhir vidadhan namas te jiveta yo mukti-pade sa daya-bhak
(Bhag. 10.14.8)

El significado de este verso es que el devoto, cuando las circunstancias le son adversas, ve su propia desdicha como una bendición del Señor Supremo, y asume personalmente la responsabilidad de sus fechorías pasadas. En esa condición, ofrece aún más servicio devocional, y no se perturba. Aquel que vive con esa disposición de ánimo, ocupado en el servicio devocional, es el candidato más apto para la elevación al mundo espiritual. En otras palabras, ese devoto tiene asegurado en toda circunstancia el cumplimiento de sus aspiraciones de elevarse al mundo espiritual.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 06 – Texto 45

La vida sexual es irrelevante en el mundo espiritual.

Cuando hay un ambiente placentero en el mundo material, surge de inmediato un despertar del deseo sexual en las mentes de los seres materialistas. Esta inclinación se manifiesta en todas partes en este mundo material, no solo en la Tierra, sino también en los sistemas planetarios superiores. En total contraste con la influencia de esta atmósfera en las mentes de los seres vivos en el mundo material, se encuentra la descripción del mundo espiritual. Las mujeres en ese lugar son cientos y miles de veces más bellas que las de este mundo material, y la atmósfera espiritual es igualmente superior. Sin embargo, a pesar de un ambiente tan placentero, las mentes de sus habitantes no se perturban, ya que en el mundo de Vaikuntha, los seres espiritualistas están tan inmersos en la vibración espiritual de cantar las alabanzas del Señor, que este disfrute no puede ser igualado por ningún otro, ni siquiera por el acto sexual, que en el mundo material se considera la cúspide de todos los placeres. En otras palabras, en Vaikuntha, a pesar de su Ambiente ideal e instalaciones, no existe un impulso hacia la vida sexual. Como se afirma en el Bhagavad-gita (2.59), param drstva nivartate: los residentes están tan iluminados espiritualmente que, ante tal espiritualidad, la vida sexual resulta irrelevante.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 06 – Texto 30.

Al principio de la creación, Brahma no sólo creó hijos santos, sino también vástagos demoníacos.

Se comprende aquí que Adharma, o Irreligión, era también un hijo de Brahma y contrajo matrimonio con su hermana Mrsa. Este es el inicio de la vida sexual entre hermanos. Tal combinación antinatural de relaciones sexuales puede darse en la sociedad humana solo donde prevalece el Adharma, o Irreligión. Se entiende que, al principio de la creación, Brahma no solo creó hijos santos como Sanaka, Sanatana y Narada, sino que también tuvo descendientes demoníacos, como Nirṛti, Adharma, Dambha y la Falsedad. En el principio, Brahmā lo creó todo. Con respecto a Nārada, podemos señalar que en su vida anterior había sido muy piadoso y había tenido muy buenas compañías; debido a ello, nació como Nārada. Los demás nacieron también con las facultades particulares que les correspondían por su pasado. La ley del karma sigue actuando vida tras vida, y en cada nueva creación las entidades vivientes reciben de nuevo su mismo karma. En función del karma nacen con distintas facultades, aunque su padre original es Brahmā, la excelsa encarnación cualitativa de la Suprema Personalidad de Dios. De Dambha y Maya nacieron Avaricia y Nikrti, o Astucia. De su unión surgieron los hijos llamados Krodha (Ira) e Himsa (Envidia), y de esta unión Kali y su hermana Durukti (Las palabras duras). De la unión entre Kali y las Palabras duras nacieron sus hijos Mrtyu (Muerte) y Bhiti (Miedo). A partir de Mrtyu y Bhiti nacieron Yatana (el Dolor Excesivo) y Niraya (el Infierno). La base de la creación es la bondad, pero la devastación es consecuencia de la irreligión. Este es el proceso de la creación y devastación de la materia. En este verso se afirma que la causa de la devastación es Adharma, la Irreligión. Los descendientes de la Irreligión y la Falsedad, nacidos uno tras otro, fueron el Embuste, el Engaño, la Codicia, la Astucia, la Ira, la Envidia, la Riña, las palabras Ásperas, la Muerte, el Temor, el Dolor Intenso y el Infierno. Todos estos descendientes se caracterizan por ser los signos de la devastación. Toda persona piadosa que escuche acerca de estas causas de la devastación sentirá aversión por ellas, y esa aversión le hará progresar en el sendero de la vida piadosa. Ese «sendero de la piedad» se refiere al proceso de limpiar el corazón. Antes de poder avanzar por el sendero de la liberación, es necesario limpiar el polvo del espejo de la mente. Así lo aconseja el Señor Caitanya, y en este verso se recomienda el mismo proceso. Malam significa «contaminación». Debemos aprender a sentir desprecio por todas las causas de devastación, comenzando con la irreligión y el engaño, y así podremos ir progresando en el sendero de la vida piadosa. Nuestras posibilidades de alcanzar el estado de conciencia de Kṛṣṇa aumentarán, y dejaremos de estar a merced del ciclo ininterrumpido de devastaciones. Nuestra vida actual es un ciclo de nacimientos y muertes, pero si buscamos el sendero de la liberación, podremos liberarnos de ese ciclo de sufrimientos.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 08 – Texto 02 a 05

Se aceptan modificaciones en el modo de culto de acuerdo con la época, el país y las circunstancias.

Om namo bhagavate vasudevaya es conocido como el dvadasaksara-mantra. Este mantra es entonando por los devotos Vaisnava y comienza con pranava, o omkara. Existe un precepto que establece que quienes no son brahmanas no pueden recitar el mantra pranava. Sin embargo, Dhruva Maharaja nació en la casta ksatriya. Reconoció ante Narada Muni que como ksatriya no estaba preparado para aceptar las enseñanzas de Narada sobre la renuncia y el equilibrio mental, preocupaciones propias de un brahmana. A pesar de ello, se le permitió a Dhruva pronunciar el pranava omkara bajo la autoridad de Narada. Esto es muy significativo. En particular, en India, los brahmanas de casta suelen oponerse fuertemente a que personas de otras castas reciten este mantra. Pero aquí hay una evidencia implícita de que quien acepta el mantra vaisnava o la forma vaisnava de veneración se le permite entonar el pranava mantra. En el Bhagavad-gita, el Señor afirma que cualquier persona, incluso de una casta baja, puede alcanzar la más alta posición y regresar a Dios, siempre que adoren de manera adecuada.
Las reglas establecidas, como lo menciona Narada Muni, indican que se debe recibir el mantra de un maestro espiritual de confianza y escucharlo en el oído correcto. No basta solo con entonar o murmurar el mantra, sino que debe haber la Deidad, o forma del Señor, presente ante uno. Por supuesto, una vez que el Señor se manifiesta ya no es únicamente una forma física. Por ejemplo, cuando una barra de hierro se calienta en el fuego, deja de ser hierro; se convierte en fuego. De igual forma, cuando realizamos una representación del Señor, ya sea de madera, piedra, metal, joyas, pintura, o incluso en la mente, se trata de una forma auténtica, espiritual y trascendental del Señor. No solo se debe recibir el mantra de un maestro espiritual confiable como Narada Muni o su representante en la sucesión discipular, sino que también se debe entonar el mantra. Y no solo se debe entonar, sino que también se debe ofrecer cualquier alimento disponible en su región, teniendo en cuenta el tiempo y las circunstancias.
El método de adoración – entonar el mantra y preparar las formas del Señor – no es rígido, ni es exactamente el mismo en todas partes. Este verso menciona específicamente que se debe considerar el tiempo, el lugar y las comodidades disponibles. Nuestro movimiento de conciencia de Krishna se extiende por todo el mundo y también instalamos Deidades en diferentes centros. A veces, nuestros amigos indios, influidos por nociones preconcebidas, critican diciendo: «Esto no se ha hecho. Eso no se ha hecho.» Pero olvidan esta instrucción de Narada Muni a uno de los grandes Vaisnavas, Dhruva Maharaja. Hay que tener en cuenta el momento, el país y las circunstancias. Lo que es conveniente en India puede no serlo en países occidentales. Aquellos que no están realmente en la línea de acaryas, o que carecen del conocimiento sobre cómo actuar en el papel de acarya, critican sin fundamento las actividades del movimiento de ISKCON en países fuera de la India. La realidad es que tales críticos no pueden hacer nada personalmente para propagar la conciencia de Krishna. Quien se esfuerza por predicar, considerando todos los riesgos y tomando en cuenta las circunstancias de tiempo y lugar, puede encontrar que hay ajustes en la forma de adorar, pero esto no es en absoluto defectuoso según el sastra. Srimad Viraraghava Acarya, un acarya en la sucesión discipular de Ramanuja-sampradaya, ha notado en su comentario que los candalas, o almas condicionadas que nacen en familias inferiores a los sudra, también pueden ser iniciados según las circunstancias. Las formalidades pueden modificarse ligeramente aquí y allá para que se conviertan en Vaisnavas.
El Señor Caitanya Mahaprabhu recomienda que Su nombre sea escuchado en cada rincón del mundo. ¿Cómo puede lograrse esto a menos que uno predique en todos lados? El culto del Señor Caitanya Mahaprabhu es bhagavata-dharma, y Él recomienda especialmente Krishna-katha, o el culto del Bhagavad-gita y el Srimad-Bhagavatam. Sugiere que cada indio, considerando esta tarea como para-upakara, o actividad de bienestar, lleve el mensaje del Señor a otros habitantes del mundo. «Otros habitantes del mundo» no se refiere solo a aquellos que son exactamente como los brahmanas y ksatriyas indios, o a los brahmanas de casta, que afirman serlo por haber nacido en familias de brahmanas. La idea de que solo los indios e hindúes deben ser introducidos en el culto vaisnava es errónea. Debe haber una propaganda para atraer a todos hacia el culto Vaisnava. El movimiento de la conciencia de Krishna tiene este objetivo. No existe ninguna restricción para propagar el movimiento de conciencia de Krishna entre personas nacidas en familias candala, mleccha o yavana. Incluso en India, este punto ha sido señalado por Srila Sanatana Gosvami en su libro Hari-bhakti-vilasa, que es smrti y guía védica autorizada para los Vaisnavas en su vida diaria. Sanatana Gosvami dice que así como el metal de la campana puede transformarse en oro al mezclarse con mercurio en un proceso químico, de igual manera, mediante el bona fide diksa, o método de iniciación, cualquiera puede convertirse en Vaisnava. Se debe recibir la iniciación de un maestro espiritual bona fide que pertenezca a la sucesión discipular, quien ha sido autorizado por su maestro espiritual predecesor. A esto se le denomina diksa-vidhana. El Señor Krishna dice en el Bhagavad-gita, vyapasritya: debe aceptarse a un maestro espiritual. Mediante este proceso, el mundo entero puede ser traído a la conciencia de Krishna.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 08 – Texto 54

Un niño generalmente adopta los principios de la familia de su tío materno

La hija tiende a heredar las cualidades del padre y el hijo las de la madre. Según la verdad axiomática de que las cosas iguales a una misma cosa son iguales entre sí, el hijo del rey Anga se convirtió en un seguidor de su abuelo materno. De acuerdo con el smrti-sastra, un niño típicamente sigue las características de su familia materna. Si esa familia es muy corrupta o pecaminosa, el niño, a pesar de tener un buen padre, se ve afectado por su entorno materno. Así, en la civilización védica, se considera tanto la familia del chico como la de la chica antes de un matrimonio. Cuando la combinación astrológica resulta ser favorable, el matrimonio se lleva a cabo. Sin embargo, a veces ocurren errores que pueden llevar a una vida familiar insatisfactoria. Al parecer, el rey Anga no logró tener una esposa adecuada en Sunitha, quien era la hija de la muerte personificada. En ocasiones, el Señor dispone que un devoto tenga una esposa infeliz, lo que le lleva a desapegarse gradualmente de ella y su hogar y avanzar en su vida devocional. Parece que, por la disposición de la Suprema Personalidad de Dios, el rey Anga, siendo un devoto piadoso, tuvo una esposa desafortunada como Sunitha y un hijo que resultó ser malo como Vena. Sin embargo, esto le permitió liberarse completamente del lazo de la vida familiar y abandonar su hogar para regresar a Dios.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 13 – Texto 39.

En el kaliyuga, se cobran impuestos a los ciudadanos para financiar las comodidades personales de los administradores.

Este verso explica claramente el proceso de recaudación de impuestos. Los impuestos no deben destinarse al placer de los llamados jefes administrativos; deben ser utilizados para ayudar a los ciudadanos en tiempos de necesidad, como durante hambrunas o inundaciones. Nunca deberían repartirse entre los funcionarios del gobierno en forma de salarios altos y subsidios. Sin embargo, en kaliyuga, la situación de los ciudadanos es alarmante, ya que se exige el pago de impuestos de diversas maneras y se utilizan para satisfacer las necesidades personales de los administradores.
Este versículo presenta una comparación apropiada con el sol. A pesar de estar a millones de kilómetros de la Tierra y no tocarla directamente, el sol logra enriquecerla extrayendo el agua de los océanos y distribuyéndola durante la temporada de lluvias para hacerla fértil. Como rey ideal, el rey Prthu gestionaría estas cuestiones con la misma eficacia que el sol.
El rey Prthu se compara aquí con la Tierra en cuanto a su tolerancia. La tierra, a pesar de ser pisoteada por humanos y animales, sigue produciendo alimentos como granos, frutas y verduras. Maharaja Prthu, como rey ideal, también sería tolerante con aquellos ciudadanos que quebrantan las normas, proveyéndoles con alimentos básicos. En otras palabras, es responsabilidad del rey cuidar de las necesidades de los ciudadanos, incluso a costa de su propia conveniencia. Sin embargo, en kaliyuga, los reyes disfrutan de sus vidas a expensas de los impuestos recaudados de los ciudadanos. Estas impuestos injustos fomentan la deshonestidad entre la población, que busca ocultar sus ingresos de diversas maneras. A la larga, el Estado no podrá recaudar suficientes impuestos, lo que ocasionará dificultades para cubrir sus gastos militares y administrativos. Todo esto llevará al colapso y al caos en el Estado.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 16 – Texto 06 & 07

En las raras ocasiones en que el suministro de cereales se ve interrumpido, el gobierno puede permitir el consumo de carne.

En las raras ocasiones en que el suministro de cereales se interrumpe, el gobierno puede permitir el consumo de carne. Sin embargo, cuando la comida es suficiente, no debería autorizar el consumo de carne de vaca simplemente por gusto. En otras palabras, en situaciones excepcionales donde la población padece la falta de cereales, se puede considerar el consumo de carne, pero no en otras circunstancias. El establecimiento de mataderos solo para satisfacer un capricho gastronómico y el sacrificio de animales sin necesidad nunca deberían ser aprobados por el Estado.

Como se mencionó en un versículo anterior, las vacas y otros animales deben ser alimentados adecuadamente con pasto. Si, a pesar de tener suficiente pasto, una vaca no produce leche y hay una grave escasez de alimentos, esta vaca puede ser utilizada para alimentar a los miembros hambrientos de la sociedad. Según el principio de necesidad, la humanidad debe enfocarse primero en producir cereales y verduras, pero si eso no es posible, entonces se puede considerar el consumo de carne, de lo contrario, no es factible. Actualmente, la producción de cereales es adecuada a nivel mundial. Por lo tanto, la apertura de mataderos no se justifica. En algunos países, los excedentes de cereales son tan grandes que a veces terminan siendo desechados al mar, y el gobierno incluso prohíbe la nueva producción de cereales. En conclusión, las tierras generan suficientes cereales para alimentar a toda la población, pero su distribución se ve obstaculizada por regulaciones comerciales y la búsqueda de beneficios. Así, en algunos lugares hay escasez de cereales, mientras que en otros, la producción es abundante. Si solo existiera un gobierno en el planeta para gestionar la distribución de cereales, no habría problema de escasez, no sería necesario abrir mataderos ni invocar falsas teorías sobre la sobrepoblación.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 17 – Texto 25.

La población solo tiene derecho a utilizar los bienes después de haberlos ofrecido a la Personalidad Suprema de la Dios.

Existe un amplio sistema de producción de bienes industriales y agrícolas a gran escala, pero estos productos están principalmente diseñados para satisfacer los sentidos. Es por ello que, a pesar de estas capacidades de producción, se siente una escasez, ya que la población mundial cuenta con muchos ladrones. El término «cori-bhute» evoca esta tendencia de la población a caer en el robo. Según la visión védica, los hombres se convierten en ladrones cuando dirigen el desarrollo económico únicamente hacia la satisfacción de los sentidos. La Bhagavad-gita también destaca que quien consuma granos sin haberlos ofrecido previamente a la Personalidad Suprema de Dios, Yajna, es considerado como un ladrón y corre el riesgo de ser castigado. De acuerdo con el principio del comunismo espiritual, todos los recursos de la Tierra pertenecen a la Personalidad Suprema de Dios. La población solo está autorizada a utilizar estos bienes después de haberlos ofrecido a esta Personalidad Suprema. Esto forma parte del proceso de aceptación del prasada. Si uno no consume prasada, indudablemente es un ladrón. Es responsabilidad de los gobernantes y reyes reprimir a tales ladrones y mantener la armonía en el mundo. Sin esto, la producción de cereales cesaría y la hambruna amenazaría a las poblaciones. De hecho, no solo las personas tendrían que conformarse con menos, sino que llegarían a matarse entre sí y a consumir la carne de los suyos. Ya matan animales por su carne; así que, cuando los cereales, verduras y frutas escaseen, no dudarán en atacar a sus propios hijos y padres para alimentarse.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 18 – Texto 07

¿Por qué se practica la sraddha?

Según el Bhagavad-gita (9.25), se afirma: pitrn yanti pitr-vratah. Aquellos que se preocupan por el bienestar de su familia son designados con el término pitr-vratah. Existe un planeta llamado Pitrloka, cuya deidad principal es Aryama. Este último es considerado un demi-diós, y al complacerle, se puede ayudar a los miembros fallecidos de la familia a adquirir un cuerpo físico. Los individuos pecadores, particularmente apegados a su familia, su hogar, su aldea o su país, no reciben un cuerpo compuesto de elementos materiales, sino que permanecen en un cuerpo sutil, formado por el espíritu, el ego y la inteligencia. Estas entidades que residen en un tal cuerpo sutil son llamadas fantasmas. La condición de fantasma es particularmente dolorosa porque, aunque el fantasma posea inteligencia, mente y ego, desea experimentar los placeres materiales. Sin embargo, en ausencia de un cuerpo material físico, solo puede provocar las angustias, pues no consigue su satisfacción material. Es responsabilidad de los miembros de la familia, y especialmente del hijo, ofrecer oblaciones al demi-diós Aryama o al Señor Vishnu. En la India, desde tiempos inmemoriales, el hijo de un difunto se dirige a Gaya para, en un templo de Vishnu, hacer ofrendas en favor de su padre fantasma. No es sistemático que el padre de cada uno se convierta en un fantasma, pero las oblaciones de pinda, cuando se ofrecen a los pies de loto del Señor Vishnu, pueden favorecer a un miembro de la familia que haya llegado a ser un fantasma para que obtenga un cuerpo físico. Por el contrario, aquellos que tienen la costumbre de consumir el prasada del Señor Vishnu no tienen ninguna probabilidad de convertirse en fantasmas ni de alcanzar un estado inferior al de un ser humano. En la cultura védica, la práctica denominada sraddha consiste en ofrecer el alimento con fe y devoción. Si estas ofrendas se realizan con sinceridad y devoción – ya sea a los pies de loto del Señor Vishnu o a su representante en Pitrloka, Aryama – los ancestros de una persona podrán adquirir cuerpos materiales para poder disfrutar de los placeres que les corresponden, evitando así convertirse en fantasmas.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 18 – Texto 18.

La bebida de soma no es un licor embriagador ordinario.

En este verso, la palabra soma hace referencia al «néctar». El soma es una bebida que se elabora en los planetas celestiales, desde la luna hasta los reinos de los semidioses en diversos sistemas planetarios superiores. Al consumir esta bebida, los semidioses logran aumentar su poder mental, sensual y su fuerza física. Las palabras hiranmayena patrena indican que esta bebida de soma es muy distinta de un licor intoxicante convencional. Los semidioses no se expondrían a ningún tipo de licor, ya que el soma no es una droga. Se trata de una bebida especial, que solo se encuentra en los planetas celestiales, muy diferente de las bebidas creadas para los seres demoníacos, como se detalla en el verso siguiente.
Por su parte, los demonios también tienen sus propias bebidas, como licores y cervezas, al igual que los semidioses disfrutan del soma-rasa. Los demonios descendientes de Diti experimentan gran placer al consumir vino y cerveza. En la actualidad, las personas con tendencias demoníacas suelen ser muy dependientes del alcohol y la cerveza. El nombre de Prahlada Maharaja es revelador al respecto. Prahlada Maharaja, hijo de Hiranyakasipu, a través de su misericordia, permitió a los demonios acceder a sus bebidas en forma de vino y cerveza. La palabra ayah (hierro) es notable. Mientras que el néctar soma se guarda en una vasija de oro, los licores y cervezas se almacenan en una vasija de hierro. Esto simboliza que el licor y la cerveza son inferiores —por eso están en hierro— mientras que el soma-rasa, siendo superior, se guarda en oro.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 18 – Textos 15 y 16.

La Diosa Kali nunca acepta comida no vegetariana porque es la casta esposa del Señor Shiva.

Como se afirma en el Bhagavad-gita (3.21):

yad yad acarati sresthas tad tad evetaro janah
sa yat pramanam kurute lokas tad anuvartate
«Las acciones de una gran persona son un ejemplo a seguir por la sociedad, y las normas que establece a través de sus actos son imitadas por todos».
Por su propia satisfacción sensorial, el rey Indra decidió derrotar a Maharaja Prthu en la realización de cien sacrificios de caballos. Así, robó un caballo y se ocultó entre aquellos que eran irreligiosos, adoptando una falsa apariencia de sannyasi. Tales acciones resultan atractivas para el público en general, y son, por supuesto, peligrosas. El Señor Brahma consideró que en lugar de permitir que Indra siguiera introduciendo tales prácticas irreligiosas, sería mejor detener los sacrificios. También el Señor Buda adoptó una postura similar cuando la gente estaba demasiado inmersa en los sacrificios de animales prescritos por los Vedas. Ante esto, el Señor Buda promovió la religión de la no violencia, contradiciendo las instrucciones védicas sobre sacrificios. En verdad, en los sacrificios, los animales sacrificado recibían una nueva vida, pero aquellos sin tales poderes se aprovechaban de estos rituales védicos, causando la muerte innecesaria de los animales. Por lo tanto, el Señor Buda tuvo que negar, por un tiempo, la autoridad de los Vedas. No se deben realizar sacrificios que promuevan un orden invertido. Es preferible detener dichos sacrificios.
Debido a la escasez de sacerdotes brahmánicos calificados en Kali-yuga, no es factible realizar las ceremonias rituales recomendadas en los Vedas. Por ende, los sastras nos instruyen a realizar el sankirtana-yajna. A través del sacrificio de sankirtana, la Suprema Personalidad de Dios, en la forma del Señor Caitanya, se complace y es adorada. El objetivo de los sacrificios es adorar a la Suprema Personalidad de Dios, Vishnu. El Señor Vishnu, o Señor Krishna, está presente en la forma del Señor Caitanya; por lo tanto, las personas inteligentes deben esforzarse por satisfacerlo mediante el sankirtana-yajna. Esta es la forma más fácil de agradar al Señor Vishnu en esta era. Es fundamental que la gente se atenga a los mandatos de los diferentes sastras sobre sacrificios en esta época y evite causar disturbios innecesarios durante la era pecaminosa de Kali. En Kali-yuga, los hombres son expertos en abrir mataderos para sacrificar a los animales que consumen. Si se llevaran a cabo las ceremonias rituales antiguas, se incentivaría a la población a matar más y más animales. En Calcuta, hay numerosas carnicerías que tienen una deidad de la diosa Kali, y los que consumen carne creen erróneamente que es adecuado comprarla en esas tiendas con la esperanza de que sean restos ofrecidos a la diosa Kali. No comprenden que la diosa Kali nunca acepta comida no vegetariana, ya que es la casta esposa del Señor Shiva. El Señor Shiva, que también es un gran Vaishnava, jamás consume alimentos no vegetarianos, y la diosa Kali solo acepta lo que ha sido dejado por el Señor Shiva. Así, no hay posibilidad de que ella consuma carne o pescado. Tales ofrendas son aceptadas por los asociados de la diosa Kali, conocidos como bhutas, pisacas y Raksasas; aquellos que reciben el prasada de la diosa Kali en forma de carne o pescado no están en realidad recibiendo lo que ella ofrece, sino la comida dejada por los bhutas y pisacas.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 19 – Texto 36.

Deberíamos aceptar las cosas con tolerancia en lugar de inquietarnos.

A veces las personas santas o muy religiosas también se encuentran con reveses en la vida. Tales incidentes deben tomarse como providenciales. Aunque pueda haber suficientes motivos para sentir tristeza e inquietud, es mejor no intentar corregir estos reveses, ya que cuanto más nos encarnizamos en este proceso, más nos hundimos en las profundidades de la ansiedad material. El Señor Krishna también nos ha ofrecido consejos al respecto. Deberíamos aceptar las cosas en lugar de inquietarnos.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 19 – Texto 34

¿Hay vida en otros planetas?

En la supuestamente científica sociedad actual, predomina la idea de que no hay vida en otros planetas, y que solo en la Tierra en que vivimos hay entidades vivientes con inteligencia y conocimiento científico. Sin embargo, las Escrituras védicas no aceptan esa necia teoría. Los seguidores de la sabiduría védica tienen plena conciencia de que existen diversos planetas habitados por entidades vivientes como los semidioses, los sabios, los pitās, los gandharvas, las pannagas, los kinnaras, los cāraṇas, los siddhas y las apsarās. Los Vedas nos informan que, en todos los planetas, no solo dentro del espacio material, sino también en el espacio espiritual, existe una gran diversidad de entidades vivientes. Todas esas entidades vivientes comparten una misma naturaleza espiritual, es decir, son cualitativamente iguales a la Suprema Personalidad de Dios; a pesar de ello, se encuentran en distintas clases de cuerpos, debido a que el alma espiritual entra en un cuerpo que es producto de los ocho elementos materiales, a saber: tierra, agua, fuego, aire, espacio, mente, inteligencia y falso ego. Esa diferencia entre el cuerpo y la entidad viviente que se encuentra en él, sin embargo, no existe en el mundo espiritual. En los diversos planetas del mundo material, las diferentes clases de cuerpos manifiestan rasgos distintivos particulares. Las Escrituras védicas nos dan una información completa acerca de que, en todos los planetas, tanto los materiales como los espirituales, existen entidades vivientes, con diversos grados de inteligencia. La Tierra es uno de los planetas del sistema planetario Bhūrloka, por encima del cual hay seis sistemas planetarios; otros siete sistemas están por debajo de él. Por esa razón, el conjunto del universo recibe el nombre de caturdaśa-bhuvana, nombre que indica que en él hay catorce sistemas planetarios. Más allá de los sistemas planetarios del cielo material existe otro cielo, denominado paravyoma, el cielo espiritual, en el cual hay planetas espirituales. Los habitantes de esos planetas se ocupan en diversos tipos de servicio de devoción a la Suprema Personalidad de Dios; en esa diversidad de servicio se manifiestan distintas “rasas” o relaciones, que reciben los nombres de dāsya-rasa, sakhya-rasa, vātsalya-rasa, mādhurya-rasa y por encima de todas, parakīya-rasa. Esa parakīya-rasa, el amor de amante, predomina en Kṛṣṇaloka, el planeta donde vive Kṛṣṇa. Ese planeta también recibe el nombre de Goloka Vṛndāvana; el Señor Kṛṣṇa, a pesar de vivir en él perpetuamente, también Se expande en millones de millones de formas. Una de esas formas aparece en Vṛndāvana-dhāma, un determinado lugar de este mundo material en el cual manifiesta Sus pasatiempos originales de Goloka Vṛndāvana-dhāma, los pasatiempos del mundo espiritual, a fin de atraer a las almas condicionadas de regreso al hogar, de vuelta a Dios.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 20 – Texto 36.

Si cada persona se dedicara a prácticas espirituales en busca de la salvación, ¿cómo podría continuar la situación actual?

Podemos preguntarnos: si todos se comprometieran con prácticas espirituales para alcanzar la salvación y se volvieran indiferentes a las actividades materiales, ¿cómo podrían las cosas seguir como están? Y si este statu quo debe persistir, ¿cómo podría un líder ignorar estas acciones? En respuesta a esta reflexión, se aclara el término sreyah, que significa auspicioso. La distribución de roles en la sociedad, tal como fue establecida por la divinidad suprema, no es un resultado del azar ni de una concepción irracional, como piensan algunos. El brahmana debe cumplir con sus deberes de la manera adecuada, al igual que el ksatriya, el vaisya e incluso el sudra. Cada uno de ellos puede alcanzar la perfección suprema de la vida: la liberación de las ataduras materiales. Esto se confirma en la Bhagavad-gita (18.45): «Al ejecutar los deberes prescritos, uno puede alcanzar la más alta perfección.»
El Señor Vishnu aconsejó al Maharaja Prthu que un rey no necesita renunciar a su reino ni a su responsabilidad de proteger a los prajas, o ciudadanos, para buscar la liberación en el Himalaya. Puede alcanzar la liberación mientras cumple con sus obligaciones reales. El deber de un rey o un jefe de Estado es asegurarse de que los prajas, es decir, la población general, cumplan con sus respectivos deberes en pos de su salvación espiritual. Un Estado laico no requiere que un rey o jefe de Estado desatienda las acciones de los prajas. En el contexto moderno, el gobierno tiene numerosas reglas y regulaciones para guiar a los prajas, pero a menudo carece de mecanismos para garantizar que los ciudadanos avancen en su conocimiento espiritual. Si el gobierno ignora este aspecto, los ciudadanos actuarán de manera hedonista, sin conciencia de Dios ni vida espiritual, quedando atrapados en actividades perjudiciales.
El jefe del ejecutivo no debe descuidar el bienestar de los ciudadanos limitándose a la recaudación de impuestos. La verdadera responsabilidad del rey es llevar gradualmente a los ciudadanos a una plena conciencia de Krishna. La conciencia de Krishna implica una liberación total de todas las actividades pecaminosas. Una vez que las acciones nocivas se erradiquen completamente del Estado, no habrá más guerras, desastres, hambrunas o disturbios naturales.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 20 – Texto 14.

El comportamiento ejemplar del Señor debería servirnos de guía.

En este verso se describe a la Persona Suprema con la palabra brahmaṇya-deva. Brahmaṇya se refiere a los brāhmaṇas, los vaiṣṇavas o la cultura brahmínica, y deva significa «Señor adorable». Por consiguiente, solo desde el plano trascendental del vaiṣṇava o desde el plano más elevado de la bondad material (como brāhmaṇa) se puede tener conciencia de la Suprema Personalidad de Dios. En las etapas inferiores, de ignorancia y pasión, es difícil tener conciencia del Señor Supremo o entenderle. Por esa razón, en este verso se explica que el Señor es la Deidad adorable de las culturas brahmínica y vaiṣṇava.

namo brahmanya-devaya go-brahmana-hitaya ca
jagad-dhitaya Krishnaya govindaya namo namah
(Vishnu Purana 1.19.65)

El Señor Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, es el principal protector de la cultura brahmínica y es el protector de las vacas y de las manadas. Sin conocer y respetar la cultura brahmínica, no se puede comprender la ciencia de Dios, y sin esa comprensión ninguna actividad benéfica o de propaganda humanitaria puede tener éxito. El Señor es puruṣa, el disfrutador supremo; y lo es, no solo cuando adviene y Se manifiesta como encarnación, sino desde tiempo inmemorial, desde el mismo principio (purātanaḥ), eternamente (nityam). Yac-caraṇābhivandanāt: Pṛthu Mahārāja dice que la Suprema Personalidad de Dios obtuvo esa opulencia de la fama eterna por adorar los pies de loto de los brāhmaṇas. En el Bhagavad-gītā se dice que el Señor no necesita trabajar para obtener ganancias materiales. Como es perpetua y supremamente perfecto, no necesita obtener nada; aun así, se dice que obtuvo Sus opulencias adorando los pies de loto de los brāhmaṇas. Se trata de Sus actividades ejemplares. En Dvārakā, el Señor Śrī Kṛṣṇa ofreció Sus reverencias a Nārada, postrándose a Sus pies de loto. Cuando Sudāmā Vipra fue a Su casa, el Señor Kṛṣṇa personalmente le lavó los pies y le ofreció Su propia cama para sentarse. Aunque es la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Śrī Kṛṣṇa ofreció Sus reverencias a Mahārāja Yudhiṣṭhira y a Kuntī. El Señor Se comporta de esa forma extraordinaria para enseñarnos. De Su comportamiento personal debemos aprender a proteger a las vacas, cultivar las cualidades brahmínicas y respetar a los brāhmaṇas y los vaiṣṇavas. En el Bhagavad-gītā (3.21), el Señor dice: yad yad ācarati śreṣṭhas tat tad evetaro janaḥ: «Si las personas importantes se comportan de determinada manera, los demás, de modo natural, les seguirán». ¿Qué persona puede ser más importante que la Suprema Personalidad de Dios? ¿Quién puede mostrar un comportamiento más ejemplar? No se trata de que Él necesitara hacer todo eso para adquirir ganancias materiales, sino que lo hizo simplemente para enseñarnos el modo correcto de comportarse en el mundo material.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 21 – Texto 38

Servir a un falso Brahmin no será beneficioso.

En el Bhagavad-gita (2.65) se dice: prasade sarva-duhkhanam hanir asyopajayate. Si uno no está satisfecho consigo mismo, no puede liberarse de las miserables condiciones de la existencia material. Por lo tanto, es esencial prestar servicio a los Brahmanas y vaishnavas para alcanzar la perfección de la autosatisfacción. Srila Narottama dasa Thakura se expresa sobre este tema:
tandera carana sevi bhakta-sane vasa janame janame haya, ei abhilasa

«Nacimiento tras nacimiento, deseo servir a los pies de loto de los acaryas y vivir en una sociedad de devotos. Una atmosfera espiritual puede ser mantenida solo viviendo en una sociedad de devotos y sirviendo las ordenes de los acaryas. El maestro espiritual es el mejor brahmana. En la actualidad, en la era de Kali, es muy difícil servir a la brahmana-kula, o a la clase de Brahmanas. Según el Varaha Purana, la dificultad surge del hecho de que los demonios, aprovechando el Kali-yuga, han tomado nacimiento en familias de Brahmanas. Raksasah kalim asritya jayante brahma-yonisu (Varaha Purana). En otras palabras, en nuestros tiempos hay muchos de los llamados Brahmanas y Gosvamis de casta que, aprovechándose de los sastras y de la inocencia de la gente en general, afirman ser Brahmanas y Vaisnavas por derecho hereditario. No se obtendrá ningún beneficio prestando servicio a tales falsos brahmana-kulas. Por lo tanto, es esencial buscar refugio y prestar servicio a un maestro espiritual de buena fe y a sus asociados, ya que esto ayudara en gran medida al novicio a alcanzar la plena satisfacción. Srila Visvanatha Cakravarti Thakura lo ha explicado claramente en su comentario sobre el versículo vyavasayatmika buddhir ekeha kuru-nandana (Bg. 2.41). Siguiendo eficazmente los principios regulativos del bhakti-yoga, tal como recomienda Srila Narottama dasa Thakura, uno puede alcanzar rápidamente el plano trascendental de la liberación, tal como se explica en este versículo (atyanta-samam).
El uso particular de la palabra anativelam («sin demora») es muy significativo porque basta con servir a los Brahmanas y Vaisnavas para obtener la liberación. No es necesario someterse a severas penitencias y austeridades. Narada Muni es un ejemplo perfecto. En su nacimiento previo era solo el hijo de una sirvienta, pero tuvo la oportunidad de servir a Brahmanas y Vaisnavas, y así en su siguiente vida no solo fue liberado, sino que se hizo famoso como el supremo maestro espiritual de toda la sucesión discipular Vaisnava. Por lo tanto, de acuerdo con el sistema Védico, se recomienda alimentar a los Brahmanas después de realizar una ceremonia ritual.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 21 – Texto 40.

Prthu Maharaj gobernó el mundo.

Sapta-dvipa se refiere a las siete grandes islas o continentes que componen la superficie del globo: (1) Asia, (2) Europa, (3) África, (4) América del Norte, (5) América del Sur, (6) Australia y (7) Oceanía. En la actualidad, muchas personas creen que en la época védica o prehistórica, América y muchas otras regiones del mundo no habían sido descubiertas, pero esto es erróneo. Prthu Maharaja gobernó el mundo miles de años antes de lo que se denomina el período prehistórico, y se indica claramente aquí que en esa época no solo todas las diferentes partes del mundo eran conocidas, sino que también estaban gobernadas por un solo rey, Maharaja Prthu. El país donde residía Prthu Maharaja debió ser la India, ya que se menciona en el undécimo verso de este texto que vivía en la región situada entre los ríos Ganges y Yamuna. Este territorio, conocido como Brahmavarta, abarca lo que hoy se considera partes de Punjab y el norte de la India. Es evidente que los reyes de la India antaño gobernaban sobre el mundo entero y que su cultura era védica.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 21 – Texto 12.

Un devoto debe llevar una existencia sencilla y no dejarse confundir por la dualidad de elementos opuestos.

Otra característica de un devoto es nirihaya, una vida sencilla. Niriha significa «gentil», «amable» o «sencillo». Un devoto no debe vivir muy pródigamente ni imitar a una persona materialista. A un devoto se le recomienda una vida sencilla y un pensamiento elevado. Debe aceptar sólo lo que necesita para mantener su cuerpo material apto para la realización del servicio devocional. No debe comer ni dormir más de lo necesario. Comer para vivir, no vivir para comer y dormir sólo seis o siete horas al día son los principios que deben seguir los devotos. Mientras el cuerpo esté ahí, está sujeto a la influencia de los cambios climáticos, las enfermedades y las perturbaciones naturales, las tres miserias de la existencia material. No podemos evitarlas. Este es el mundo de la dualidad. No debemos pensar que, porque hemos enfermado, nos hemos alejado de la conciencia de Krishna. La conciencia de Krishna puede continuar sin ser obstaculizada por ninguna oposición material. Por eso el Señor Sri Krishna aconseja en el Bhagavad-gita (2.14), tams titiksasva bharata: «Mi querido Arjuna, trata de tolerar todas estas perturbaciones. Permanece concentrado en tus actividades conscientes de Krishna».

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 22 – Texto 24.

Los brahmanes o los Vaisnavas no viven a expensas de los demás.

Los Brahmanas y los Vaisnavas, como servidores directos de la Persona Suprema de Dios, no dependen de los demás. En realidad, todo lo que hay en el mundo pertenece a los Brahmanas y, por humildad, aceptan la caridad de los ksatriyas, o reyes, y de los vaisyas, o mercaderes. Aunque todo pertenece a los Brahmanas, el gobierno de los ksatriyas y los comerciantes mantienen estos bienes en depósito, actuando como banqueros. Así, cada vez que los Brahmanas necesitan dinero, los ksatriyas y los vaisyas están obligados a proporcionárselo. Es como una cuenta de ahorros, en la que los titulares pueden retirar dinero a voluntad. Los brahmanes, dedicados al servicio del Señor, tienen muy poco tiempo para preocuparse por las finanzas mundanas. Por eso la riqueza es custodiada por los ksatriyas, o reyes, que deben producir dinero a petición de los Brahmanas. En realidad, los Brahmanas o Vaisnavas no viven a expensas de los demás; viven gastando su propio dinero, aunque pueda parecer que lo recaudan de otras personas. Los ksatriyas y los vaisyas no tienen derecho a dar caridad, porque todo lo que poseen pertenece a los Brahmanas. Por eso deben dar caridad según las instrucciones de los Brahmanas. Por desgracia, en la actualidad hay escasez de Brahmanas, y como los llamados ksatriyas y vaisyas no cumplen las órdenes de los Brahmanas, el mundo se encuentra en una situación caótica.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 22 – Texto 46.

El proceso Védico de gratificación de los sentidos está diseñado de tal manera que uno puede finalmente alcanzar la liberación.

Los cuatro principios de la vida permiten vivir conforme a los valores religiosos, generar ingresos de acuerdo con la posición social, disfrutar de los placeres sensoriales dentro de un marco normativo y avanzar hacia la liberación del apego material. Mientras se tenga un cuerpo, es imposible liberarse completamente de estos intereses materiales. No obstante, no es recomendable actuar solo en función de la gratificación de los sentidos ni obtener dinero con ese único objetivo, sacrificando los principios religiosos en el proceso. En la actualidad, la civilización humana muestra poco interés por los principios religiosos, pero muchos deseos de desarrollar la economía sin esos fundamentos. Por ejemplo, en un matadero, los carniceros pueden obtener dinero fácilmente, pero este tipo de negocio no se basa en principios religiosos. Asimismo, existen muchos clubes nocturnos y burdeles dedicados a la gratificación de los sentidos. El sexo está permitido en el marco del matrimonio, pero la prostitución es prohibida, ya que nuestras acciones están orientadas a la liberación y a escapar de la existencia material. Aunque el gobierno otorgue licencias a las licorerías, esto no implica que deban operar sin restricciones o que se facilite el contrabando de licor. Las licencias están diseñadas para limitar. No es necesario pedir licencia para productos como el azúcar, el trigo o la leche, porque no hay razón para restringir su acceso. En otras palabras, se aconseja actuar de tal modo que no se obstaculice el proceso ordinario de progreso en el camino espiritual y la liberación. El proceso védico de gratificación de los sentidos está, por ende, estructurado de tal manera que se puede prosperar económicamente, disfrutar de los placeres y, al mismo tiempo, alcanzar la liberación. La civilización védica brinda todo el conocimiento en los sāstras; si vivimos una vida regulada bajo la guía de los sāstras y de un gurú, todos nuestros deseos materiales serán satisfechos, a la vez que avanzamos hacia la liberación.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 22 – Texto 34.

El Señor Buda no proporcionó información sobre el alma.

Cuando la chispa espiritual, que se describe como una décima parte de la punta de un cabello, es forzada a existir en el ámbito material, queda cubierta por elementos materiales tanto tangibles como sutiles. El cuerpo material se compone de cinco elementos tangibles (tierra, agua, fuego, aire y éter) y tres elementos sutiles (mente, inteligencia y ego). La liberación implica liberarse de estas capas materiales. De hecho, el éxito en el yoga radica en despojarse de estas capas materiales y acceder a la existencia espiritual.
Las enseñanzas del Señor Buda acerca del nirvana se fundamentan en este principio. Por ello instruyó a sus seguidores a abandonar estas capas materiales mediante la meditación y el yoga. Aunque el Señor Buda no brindó información sobre el alma, quien siga sus enseñanzas con disciplina finalmente se liberará de las capas materiales y alcanzará el nirvana. Al dejar atrás dichas capas, la entidad viviente se mantiene como un alma espiritual. Esta alma debe entrar en el cielo espiritual para fusionarse con la resplandeciente energía de Brahman. Lamentablemente, a menos que la entidad viviente tenga conocimiento del mundo espiritual y de los Vaikunthas, hay un 99,9 por ciento de posibilidades de que regrese a la existencia material. No obstante, existe una pequeña posibilidad de ascender a un planeta espiritual desde la iluminación de Brahman, o brahmajyoti. Los impersonalistas ven este brahmajyoti como carente de variedad, y los budistas lo consideran como vacío. En cualquier caso, quienes ven el cielo espiritual como un lugar sin variedad o vacío no experimentan la dicha espiritual que se disfruta en los planetas espirituales, como Vaikunthas o Krishnaloka. Sin las diversas formas de disfrute, el alma espiritual gradualmente se siente atraída hacia una existencia de felicidad, y al carecer de información sobre Krishnaloka o Vaikunthaloka, termina involucrándose en actividades materiales en busca de esas variedades.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 23 – Texto 15.

Generalmente, la tendencia de un hombre es buscar el disfrute con varias mujeres.

Un ser vivo lleva a cabo diversas actividades en distintos aspectos de la vida. Una etapa se denomina jagrata, que representa la vida de despertar, y otra se llama svapna, correspondiente a la vida del sueño. También existe la etapa conocida como susupti, que se refiere a la vida en un estado inconsciente, y otra que ocurre tras la muerte. En el verso anterior se describía la vida del despertar; es decir, hombres y mujeres se unían en matrimonio y disfrutaban de su existencia durante cien años. En este verso se aborda la vida en el estado de sueño, ya que las actividades que Puranjana realizaba durante el día se reflejaban también por la noche en su sueño. Puranjana solía vivir con su esposa para el disfrute sensorial, y las noches ofrecían diferentes maneras de experimentar ese mismo placer. Un hombre duerme profundamente cuando está muy cansado; por ejemplo, un hombre adinerado, al llegar a un estado de fatiga, puede retirarse a su casa en el jardín con varias amigas, donde se sumergirá en el agua y disfrutará de su compañía. Esta es la tendencia de la entidad viviente en el mundo material. Generalmente, una entidad viviente nunca se siente satisfecha con una sola mujer, a menos que esté instruida en el sistema de brahmacarya. Por lo general, la inclinación de un hombre es disfrutar de la compañía de varias mujeres, y incluso en la vejez, el deseo sexual puede ser tan intenso que persiste el anhelo de la compañía de mujeres jóvenes. Así, debido a este fuerte impulso sexual, la entidad viviente se involucra cada vez más en la materialidad de este mundo.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 25 – Texto 44

La noción de amor en este mundo material a menudo se reduce a la gratificación sexual.

Respuesta: El término anatha-varga posee un significado profundo. Natha se traduce como marido, mientras que a significa sin. Una joven que no tiene marido se considera anatha, es decir, la que está desprotegida. Al alcanzar la pubertad, a menudo enfrenta una intensa agitación debido al deseo sexual. Por lo tanto, es deber del padre garantizar que su hija contraiga matrimonio antes de que se desarrolle físicamente. De no hacerlo, puede experimentar graves consecuencias por la falta de un marido. Cuando una persona satisface sus deseos sexuales en esta etapa crítica, se convierte en una fuente significativa de satisfacción. Psicológicamente, si una mujer en la pubertad encuentra a un hombre que satisface sus necesidades sexuales, es probable que lo ame por el resto de su vida, sin importar quién sea. Así que lo que comúnmente se llama amor en este mundo material tiene su raíz fundamental en la satisfacción sexual.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, capítulo 25 – Texto 42

Cuando un neófito en la conciencia de Krishna come en exceso, se pierde.

Este verso es muy significativo para aquellos que desean elevarse a un nivel superior de conciencia de Krishna. Cuando una persona es iniciada por un maestro espiritual, cambia sus hábitos y no come alimentos indeseables ni se dedica a comer carne, beber licor, mantener relaciones sexuales ilícitas o apostar.

Los alimentos en el modo de la bondad, conocidos como sattvika-ahara, son descritos en los sāstras como trigo, arroz, verduras, frutas, leche, azúcar y productos lácteos. Una dieta simple que incluye arroz, dhal, chapatis, verduras, leche y azúcar es equilibrada; sin embargo, a veces un neófito en nombre del prasada consume alimentos muy lujosos. Por su vida pasada llena de pecados, puede sentirse atraído y comer en exceso. Es evidente que cuando un neófito entra en la conciencia de Krishna y come demasiado, se pierde. En lugar de elevarse hacia la pura conciencia de Krishna, se siente atraído por Cupido. El llamado brahmacari puede ser perturbado por mujeres, y un vanaprastha puede verse nuevamente cautivado por las relaciones sexuales con su esposa o incluso buscar otra mujer. Aunque puede renunciar a su esposa y unirse a los devotos y a un maestro espiritual, por sus pecados pasados, no puede mantenerse firme. En lugar de elevarse hacia la conciencia de Krishna, cae atraído de nuevo por Cupido y busca otra mujer para obtener placer sexual. La caída del devoto neófito en el camino de la conciencia de Krishna y su debilidad por la vida material está descrita en el Srimad-Bhagavatam (1.5.17) por Narada Muni.

tyaktva sva-dharmam caranambujam harer bhajann apakvo ‘tha patet tato yadi
yatra kva vabhadram abhud amusya kim ko vartha apto ‘bhajatam sva-dharmatah

Esto indica que, aunque un devoto neófito pueda perderse y caer de la conciencia de Krishna debido a su inmadurez, su servicio a Krishna nunca es en vano. Por el contrario, alguien que se aferra firmemente a sus deberes familiares o a la obligación social sin tomar conciencia de Krishna no recibe ningún beneficio. Quien se adentra en la conciencia de Krishna debe ser muy cauteloso y abstenerse de actividades prohibidas, tal como lo señala Rupa Gosvami en su Upadesamrta:
atyaharah prayasas ca prajalpo niyamagrahah
jana-sangas ca laulyam ca sadbhir bhaktir vinasyati

Un devoto neófito no debería comer en exceso ni recaudar más dinero del que realmente necesita. Comer en exceso o recaudar en exceso se denomina atyahara. Para incurrir en tal atyahara, hay que esforzarse considerablemente. Esto se conoce como prayasa. Aunque una persona puede aparentar ser muy devota y respetuosa de las normas y regulaciones, puede que, al mismo tiempo, no esté realmente comprometida con los principios regulativos. Esto se llama niyamagraha. Al relacionarse con personas no deseadas, o jana-sanga, uno se contamina con la lujuria y la avaricia, lo que lo aleja del camino del servicio devocional.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 26 – Texto 13.

Controlar la población mediante métodos anticonceptivos es otra actividad pecaminosa.

Antiguamente, las personas solían tener entre cien y doscientos hijos. Hoy en día, nadie puede tener tal cantidad de descendencia. En la actualidad, la humanidad se centra en controlar el crecimiento poblacional a través de métodos anticonceptivos. En las escrituras védicas no encontramos evidencia de que se hayan utilizado tales métodos, a pesar de que solían procrear muchos niños. Controlar la población por medio de anticonceptivos se considera otra conducta pecaminosa, pero en esta era de Kali, la gente se ha vuelto tan pecaminosa que no se preocupa por las consecuencias de su estilo de vida. Según las escrituras védicas, la forma correcta de control anticonceptivo es la restricción en la vida sexual. No se trata de llevar una vida sexual sin límites, esquivando la responsabilidad de la procreación mediante algún método. Si un hombre actúa con buena conciencia, consulta a su esposa religiosa y, de esa discusión, logra avanzar en su comprensión del valor de la vida. Es decir, si se tiene la fortuna de contar con una esposa consciente y bondadosa, juntos pueden decidir que la vida humana debe orientarse hacia el avance en la conciencia de Krishna, y no hacia la mera procreación. Los hijos son considerados parinama, o subproductos, y al consultar con buena inteligencia, se puede observar que estos subproductos deberían ser la expansión de la conciencia de Krishna.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 27 – Texto 06

El hombre sólo puede disfrutar del sexo una vez al mes.

Kama-kasmala-cetasah también señala que el disfrute sin límites de los sentidos no está permitido en la vida humana según las leyes de la naturaleza. Disfrutar de los sentidos sin restricciones conlleva una vida pecaminosa. Los animales no transgreden las leyes de la naturaleza. Por ejemplo, el impulso sexual de los animales es muy intenso durante ciertos períodos del año. El león, aunque es muy fuerte y come carne, solo se reproduce una vez al año. De manera similar, los mandatos religiosos establecen que un hombre solo puede tener relaciones sexuales una vez al mes, después del ciclo menstrual de su esposa, y no se permite hacerlo si ella está embarazada. Esa es la normativa para los seres humanos. A un hombre se le permite tener más de una esposa porque no puede disfrutar del sexo si su esposa está embarazada. Si desea tener relaciones en ese momento, puede acudir a otra esposa que no esté en esa situación. Estas leyes se mencionan en el Manu-samhita y otras escrituras.
Estas normas y escrituras están dirigidas a los seres humanos. Por lo tanto, si alguien infringe estas leyes, se convierte en pecador. En conclusión, el disfrute ilimitado de los sentidos se asocia con actividades pecaminosas. El sexo ilícito es aquel que contradice las leyes establecidas en las escrituras. Cuando se transgreden estas leyes, ya sean de las escrituras o los Vedas, se incurre en actividades pecaminosas. Quien se involucra en tales actividades no puede transformar su conciencia. Nuestra verdadera tarea es alterar nuestra conciencia de kasmala, que es la conciencia pecaminosa, a Krishna, el supremo puro. Como se afirma en el Bhagavad-gita (param brahma param dhama pavitram paramam bhavan), Krishna es el supremo puro, y al cambiar nuestra conciencia del disfrute material hacia Krishna, nos purificamos. Este es el proceso recomendado por el Señor Caitanya Mahaprabhu, conocido como ceto-darpanamarjanam, que significa limpiar el espejo del corazón.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 27 – Texto 05

El deseo sexual de la mujer es nueve veces más intenso que el del hombre.

Una vida familiar organizada, como se prescribe en los Vedas, es preferible a una existencia pecaminosa e irresponsable. Si un esposo y su esposa se unen en la conciencia de Krishna y conviven en armonía, eso es muy positivo. Sin embargo, si un marido se siente demasiado atraído por su esposa y descuida sus deberes en la vida, las consecuencias de una existencia materialista volverán a surgir. Por tal motivo, Srila Rupa Gosvami ha aconsejado, anasaktasya visayan (Bhakti-rasamrta-sindhu 1.2.255). Sin apego al sexo, el marido y la mujer pueden coexistir en pro del avance espiritual. El esposo debe dedicarse al servicio devocional, y la esposa debe ser leal y religiosa conforme a los preceptos védicos. Esta combinación resulta muy beneficiosa. No obstante, si el marido siente una atracción desmedida hacia la mujer a causa del sexo, la situación se torna riesgosa. En general, las mujeres poseen una fuerte inclinación sexual. De hecho, se dice que el deseo sexual de una mujer es nueve veces más fuerte que el de un hombre. Por ello, es deber del hombre mantener a la mujer bajo control, complaciéndola, proporcionándole adornos, buena alimentación y vestimenta, así como involucrándola en actividades religiosas. Desde luego, la mujer debería tener pocos hijos, evitando así causar inconvenientes al hombre. Tristemente, si el hombre se siente atraído por la mujer solamente para disfrutar del sexo, entonces la vida familiar se vuelve intolerable.
El notable político Canakya Pandita ha dicho: bharya rupavati satruh—una esposa hermosa es un enemigo. Por supuesto, cada mujer es considerada muy hermosa a los ojos de su marido. Otros pueden no verla de esa manera, pero el esposo, atraído por ella, siempre la percibe con gran belleza. Si el marido contempla a la mujer como muy hermosa, es lógico asumir que siente una fuerte atracción por ella. Esta atracción es de naturaleza sexual. El mundo entero está bajo la influencia de los dos modos de la naturaleza material: rajo-guna (pasión) y tamo-guna (ignorancia). Comúnmente, las mujeres son muy apasionadas y menos inteligentes; por tanto, de alguna manera, un hombre no debe dejarse dominar por su pasión e ignorancia. A través de la práctica del bhakti-yoga, o servicio devocional, un hombre puede elevarse a un nivel superior de bondad. Si un marido, situado en la modalidad de la bondad, logra controlar a su esposa, que se encuentra en la pasión y la ignorancia, la mujer se beneficia. Al olvidar su inclinación natural hacia la pasión y la ignorancia, la mujer se convierte en obediente y leal a su esposo, quien está en la bondad. Esta vida resulta muy propicia. La inteligencia del hombre y la mujer puede así trabajar conjuntamente, avanzando hacia la realización espiritual. De lo contrario, si el marido queda bajo la influencia de la esposa, sacrifica su cualidad de bondad y se torna servil a las características de la pasión y la ignorancia. Así, la situación se contamina.
La conclusión es que una vida hogareña es preferible a una existencia pecaminosa carente de responsabilidad, pero si en la vida familiar el marido se somete a la esposa, las implicaciones de una vida materialista emergen nuevamente. De esta forma, la esclavitud material del hombre se incrementa. Por ello, conforme al sistema Védico, a partir de cierta edad, se aconseja a un hombre abandonar su vida familiar para seguir las órdenes de vanaprastha y sannyasa.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 27 – Texto 01

Al hacer mal uso de su independencia, la entidad viviente se aleja del servicio al Señor.

La verdadera posición de la entidad viviente es servir al Señor con una actitud de amor trascendental. Cuando la entidad viviente intenta convertirse en Krishna o imitarlo, cae en el mundo material. Dado que Krishna es el padre supremo, Su afecto hacia la entidad viviente es eterno. Cuando la entidad viviente se encuentra en el mundo material, el Señor Supremo, a través de Su expansión svamsa (Paramatma), acompaña a la entidad viviente. De este modo, la entidad puede algún día regresar a casa, de vuelta a Dios. Por el mal uso de su independencia, la entidad viviente se aleja del servicio del Señor y asume una posición de beneficiario de este mundo material, ocupando un cuerpo material. Al ansiar una posición elevada, la entidad viviente se enreda en un ciclo de nacimientos y muertes, eligiendo su forma entre las 8.400.000 y tratando de satisfacer sus deseos con placeres materiales. Sin embargo, a la Superalma no le agrada este comportamiento. Por ello, la Superalma le exhorta a rendirse a la Suprema Personalidad de Dios. Entonces, el Señor abriga con su protección a la entidad viviente. Pero a menos que la entidad no esté contaminada por deseos materiales, no puede rendirse al Señor Supremo.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 28 – Texto 53.

Es importante no involucrarse de manera excesiva en actividades focalizadas en el bienestar de la familia, amigos, conciudadanos, la sociedad y la comunidad.

Las personas ignorantes no se dan cuenta de que cada individuo es responsable de sus propios actos y reacciones en la vida. Mientras un ser viviente, ya sea un niño o un joven, permanezca inocente, corresponde a los padres inculcarle los valores esenciales de la vida. Una vez que el niño ha crecido, debe cumplir con sus responsabilidades de manera adecuada. Tras su fallecimiento, los padres ya no pueden ayudar a sus hijos. Un padre puede legar bienes para el sustento inmediato de su descendencia, pero no debe preocuparse desmesuradamente por el futuro de su familia después de su muerte. Eso es un signo de un alma condicionada. No solo se entrega a actividades pecaminosas para satisfacer sus propios deseos, sino que también acumula importantes riquezas para dejarlas atrás, a fin de que sus hijos puedan vivir en la comodidad material.
Sin embargo, el miedo a la muerte es universal, de ahí el término bhaya, o temor. Aunque el rey Puranjana se dedicó a su esposa y a sus hijos, la muerte no esperó. La muerte no hace concesiones a nadie; cumple con su deber sin demora. Dado que la muerte inevitablemente lleva consigo al ser viviente, constituye la realización última de Dios para los ateos, quienes desperdician su existencia preocupándose por su patria, la sociedad y sus seres queridos, descuidando así la conciencia de Dios. En este versículo, el término atad-arhanam tiene un gran significado, indicando que no se debe estar excesivamente absorbido en actividades focalizadas en el bienestar para los miembros de la familia, compatriotas o la sociedad en general. Nada de esto favorecerá el progreso espiritual de un individuo.
Desafortunadamente, en la sociedad moderna, aquellos que se dicen educados no tienen noción del progreso espiritual. Aunque tienen la oportunidad de evolucionar espiritualmente en la forma de vida humana, se desvían del camino. Desperdician su existencia preocupándose solo por el bienestar material de sus seres queridos, compatriotas y de la sociedad. El verdadero deber de cada uno es aprender a superar la muerte. El Señor Krishna describe este proceso de conquista de la muerte en la Bhagavad-gita (4.9):
janma karma ca me divyam evam yo vetti tattvatah
tyaktva deham punar janma naiti mam eti so ‘rjuna.
Quien comprende la naturaleza trascendental de Mi aparición y de Mis actividades no se reencarna en este mundo material después de abandonar su cuerpo, sino que alcanza Mi morada eterna, oh Arjuna. Una vez que deja este cuerpo, quien es plenamente consciente de Krishna no toma otro cuerpo material, sino que regresa a casa, hacia la divinidad. Cada uno debería esforzarse por alcanzar esta perfección. Desafortunadamente, en lugar de eso, la gente se deja distraer por pensamientos de sociedad, amistad, amor y parentesco. Sin embargo, este movimiento de la conciencia de Krishna educa a las personas de todo el mundo y les muestra cómo superar la muerte. Harim vina na srtim taranti. No se puede triunfar sobre la muerte sin volverse hacia la Personalidad Suprema de la Divinidad.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 28 – Texto 22.

En el momento de la muerte, toda ser viviente se preocupa por el destino de su esposa y sus hijos.

En el momento de la muerte, todo ser vivo se preocupa por lo que les ocurrirá a su mujer y a sus hijos. Del mismo modo, un político también se preocupa por lo que le ocurrirá a su país o a su partido político. A menos que uno esté plenamente consciente de Krishna, tendrá que aceptar un nuevo cuerpo en la próxima vida, en función de su estado de conciencia llegado ese momento. Puesto que Puranjana está pensando en su esposa e hijos y está demasiado absorto en pensamientos sobre su esposa, recibirá el cuerpo de una mujer. Del mismo modo, un político o un llamado nacionalista que está excesivamente apegado a la tierra de su nacimiento renacerá ciertamente en la misma tierra después de terminar su carrera política. La próxima vida de uno también se verá afectada por los actos que uno realice durante esta vida. A veces los políticos actúan de la forma más pecaminosa para su propia gratificación sensorial. No es raro que un político mate al partido contrario. Aunque a un político se le permita nacer en su supuesta patria, todavía tiene que sufrir las consecuencias de sus actividades pecaminosas en su vida anterior. Esta ciencia de la transmigración es completamente desconocida para los científicos modernos. A los llamados científicos no les gusta preocuparse de estas cosas porque si consideraran en absoluto esta sutil materia y los problemas de la vida, verían que su futuro es muy oscuro. Por lo tanto, tratan de evitar considerar el futuro y continúan cometiendo todo tipo de actividades pecaminosas en nombre de la necesidad social, política y nacional.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 28 – Texto 21.

Es yamaraja quien decide qué tipo de cuerpo se obtendrá a continuación de acuerdo con nuestras acciones pasadas.

Cuando Yamaraja y sus ayudantes llevan a una entidad viviente al lugar del juicio, la vida, el aire vital y los deseos, que acompañan a la entidad viviente, también van con ella. Esto está confirmado en los Vedas. Cuando la entidad viviente es llevada o detenida por Yamaraja (tam utkramantam), el aire vital también se va con ella (prano ‘nutkramati), y cuando el aire vital se va (pranam anutkramantam), todos los sentidos (sarve pranah) también se van (anutkramanti). Cuando la entidad viviente y el aire vital desaparecen, la masa de materia producida por los cinco elementos (tierra, agua, aire, fuego y éter) es desechada y abandonada. La entidad viviente acude entonces al tribunal del juicio, y Yamaraja decide qué tipo de cuerpo va a recibir a continuación. Este proceso es desconocido para los científicos modernos. Cada entidad viviente es responsable de sus actividades en esta vida, y después de la muerte es llevada al tribunal de Yamaraja, donde se decide qué tipo de cuerpo tomará a continuación. Aunque se abandona el cuerpo material tangible, la entidad viviente y sus deseos, así como las reacciones resultantes de sus actividades pasadas, le acompañan. Es Yamaraja quien decide qué tipo de cuerpo se recibe a continuación de acuerdo con las acciones pasadas de cada uno.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 28 – Texto 23.

La estrella polar, conocida como Dhruvaloka, se erige como el eje del universo, alrededor del cual giran todos los planetas.

Los especuladores, los jñānīs, llevan muchísimos cientos de miles de años especulando acerca de la Suprema Personalidad de Dios, pero sin el favor de la Suprema Personalidad de Dios, nadie puede entender Sus glorias supremas. Los planetas de los grandes sabios que se mencionan en este verso están cerca de Brahmaloka, el planeta donde residen el Señor Brahmā y los cuatro grandes sabios Sanaka, Sanātana, Sanandana y Sanat-kumāra. Cada uno de esos sabios vive en una de las estrellas que rodean a la Estrella Polar, que reciben el nombre de Estrellas del Sur. La Estrella Polar, llamada Dhruvaloka, es el pivote del universo, alrededor del cual giran todos los planetas. Según las teorías occidentales, todas las estrellas son soles, pero según la información de los Vedas, en el universo solo hay un Sol. Las supuestas estrellas son otros tantos planetas. Hay muchos millones de universos aparte de este, y cada uno de ellos contiene también infinidad de estrellas y planetas.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 29 – Texto 44

Los necios niegan la existencia del alma.

Los necios niegan la existencia del alma, sin embargo, es indiscutible que durante el sueño olvidamos nuestra identidad física y al despertar olvidamos nuestra identidad sutil. Es decir, mientras estamos dormidos, dejamos atrás las actividades del cuerpo material, y cuando estamos activos en el plano de la realidad, ignoramos las vivencias del sueño. En esencia, tanto el sueño como el estado de vigilia son manifestaciones de la energía ilusoria. La entidad viviente, en realidad, no se relaciona con las experiencias ni del sueño ni del estado despierto. Una persona que se encuentra en un sueño profundo o que ha perdido el conocimiento olvida su conexión con el cuerpo físico.
Asimismo, en situaciones de anestesia, como el cloroformo, la entidad viviente pierde la noción de su cuerpo material y no percibe ni dolor ni placer durante una cirugía. De la misma forma, cuando alguien enfrenta una gran tragedia, olvida su identidad corporal. En el momento de la muerte, cuando la temperatura corporal alcanza los 107 grados, la entidad viviente entra en un estado de coma y no puede reconocer su cuerpo físico. En esos momentos, el aire vital que circula en el cuerpo se ahoga, y la entidad viviente pierde su identificación con el cuerpo material. Debido a nuestra falta de entendimiento del cuerpo espiritual, que no hemos experimentado, desconocemos las actividades de dicho cuerpo y en esa ignorancia, pasamos de una ilusión a otra. Alternamos entre actuar en relación con el cuerpo material y el sutil. Sin embargo, si por la gracia de Krishna actuamos desde nuestro cuerpo espiritual, podemos trascender tanto lo burdo como lo sutil. Dicho de otro modo, podemos entrenarnos progresivamente para actuar en función del cuerpo espiritual. Como se enuncia en el Narada-pancaratra, «hrsikena hrsikesa-sevanam bhaktir ucyate»: el servicio devocional implica dedicar el cuerpo y los sentidos espirituales al servicio del Señor. Al comprometernos en tales actividades, cesan las acciones y reacciones de los cuerpos burdo y sutil.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 29 – Texto 71

Los sentidos de la entidad viviente se activan con el desarrollo del cuerpo burdo y el cuerpo sutil.

Cuando una entidad viviente se encuentra en el útero, su cuerpo burdo, así como sus diez órganos de los sentidos y la mente, no están completamente desarrollados. Durante ese tiempo, los objetos de los sentidos no la afectan. En sueños, un joven puede experimentar la presencia de una mujer porque en ese momento sus sentidos están activos. Debido a que los sentidos no están completamente desarrollados, un niño o un joven no puede ver a una mujer en sus sueños. En la juventud, los sentidos pueden activarse incluso en un sueño, y aunque no haya una mujer presente, estos pueden actuar provocando una descarga seminal. Las actividades de los cuerpos sutil y burdo dependen del grado de desarrollo. Un ejemplo adecuado es el de la luna: en una noche de luna nueva, la luna llena y brillante sigue siendo visible, aunque no parezca estarlo debido a las condiciones. De manera similar, los sentidos de la entidad viviente están presentes, pero solo se activan cuando el cuerpo burdo y el cuerpo sutil se desarrollan. Si los sentidos del cuerpo burdo no se desarrollan, no afectarán al cuerpo sutil. Asimismo, si el cuerpo sutil carece de deseos, es posible que no haya reacción en el cuerpo burdo.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 29 – Texto 72

La mayoría de las personas no conocen su verdadero hogar en el mundo espiritual.

Generalmente, la gente no es consciente de su verdadero interés en la vida: regresar a casa, regresar a Dios. En el mundo espiritual existen muchos planetas Vaikuntha, siendo Krishnaloka, Goloka Vrindavana, el más elevado. A pesar del aparente avance de la civilización, no hay información sobre los Vaikunthalokas, los planetas espirituales. Actualmente, los llamados hombres civilizados están tratando de ir a otros planetas, sin saber que incluso si alcanzan el sistema planetario más elevado, Brahmaloka, deberán regresar a este mundo. Esto está confirmado en el Bhagavad-gita (8.16):
abrahma-bhuvanal lokah punar avartino ‘rjuna
mam upetya tu kaunteya punar janma na vidyate

«Desde el planeta más alto del mundo material hasta el más bajo, todos son lugares de sufrimiento donde el nacimiento y la muerte se repiten. Pero aquel que alcanza Mi morada, oh hijo de Kunti, nunca vuelve a nacer». Si alguien llega al más alto sistema planetario de este universo, aún tiene que regresar una vez que los efectos de sus buenas acciones hayan concluido. Los vehículos espaciales pueden alcanzar grandes alturas, pero al acabar su combustible, deben volver a este planeta terrenal. Todas estas acciones son ilusorias. El verdadero objetivo debe ser regresar a casa, de vuelta a Dios. El proceso se menciona en el Bhagavad-gita: «Yanti mad-yajino ‘pi mam»: aquellos que se dedican al servicio devocional de la Suprema Personalidad de Dios regresan a casa, de vuelta a Dios. La vida humana es sumamente valiosa, y no debería desperdiciarse en la búsqueda vana de otros planetas. Uno debe ser lo suficientemente inteligente para regresar a Dios. Es importante interesarse por la información sobre los planetas espirituales Vaikuntha, especialmente sobre Goloka Vrindavana, y aprender la manera de llegar allí a través del simple método del servicio devocional, comenzando con la escucha (sravanam kirtanam visnoh). Esto también es confirmado en el Srimad-Bhagavatam (12.3.51):
kaler dosa-nidhe rajann asti hy eko mahan gunah
kirtanad eva Krishnasya mukta-sangah param vrajet

«El océano de defectos de esta era es grandioso, pero existe un gran bien: mediante el canto del nombre de Krishna, uno puede liberarse de la contaminación y regresar a la morada eterna». Uno puede alcanzar el planeta supremo (param vrajet) simplemente cantando el mantra Hare Krishna. Este es un regalo especial para las personas de esta era (kaler dosa-nidhe). La ventaja singular de este tiempo es que, a través de la simple repetición del maha-mantra Hare Krishna, uno puede purificarse de toda contaminación material y regresar a casa, de vuelta a Dios. No hay duda al respecto.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 29 – Texto 48.

La opulencia material puede considerarse como yukta-vairagya, es decir, como una forma de renunciamiento.

En general, una persona santa vive en un lugar aislado, en plena naturaleza o en una humilde cabaña. Sin embargo, es importante señalar que los tiempos han cambiado. Puede ser del interés personal de una persona santa retirarse al bosque y vivir en una cabaña, pero si decide convertirse en predicador, especialmente en países occidentales, tiene que recibir a personas que están acostumbradas a vivir en apartamentos confortables. Así, en la actualidad, una persona santa debe tomar las disposiciones necesarias para acoger a los demás y atraerlos hacia el mensaje de la conciencia de Krishna. Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura, quizás por primera vez, introdujo el uso de coches y edificios majestuosos para la residencia de las personas santas, con el fin de atraer a un amplio público en las grandes ciudades. Lo esencial sigue siendo establecer un vínculo con una persona santa. En nuestra época, la gente no busca a los santos en el bosque; por lo tanto, los santos y sabios deben ir a las grandes ciudades para crear medios de acogida adecuados, que les permitan llegar a un público acostumbrado a las comodidades modernas de la vida material. Progresivamente, estas personas se darán cuenta de que los edificios majestuosos o los apartamentos confortables no son indispensables. La verdadera necesidad radica en la liberación de la esclavitud material por todos los medios posibles. Según las enseñanzas de Srila Rupa Gosvami:
anasaktasya visayan yatharham upayunjatah
nirbandhah Krishna-sambandhe yuktam vairagyam ucyate
«Cuando no se está atado a nada, pero al mismo tiempo se acepta todo en relación con Krishna, se está en la posición correcta, por encima de la posesividad.» (Bhakti-rasamrta-sindhu 1.2.255) No hay que apegarse a la opulencia material, pero esta puede ser aceptada en el marco del movimiento de la conciencia de Krishna para facilitar su propagación. En otras palabras, la opulencia material puede ser considerada como yukta-vairagya, es decir, como un renunciamiento.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 29 – Texto 55.

El espíritu actúa como un depósito de los diversos pensamientos y experiencias acumulados a lo largo de nuestras vidas anteriores.

En nuestros sueños, a veces experimentamos cosas que nunca hemos vivido en nuestra existencia actual. A veces tenemos la sensación de volar por el cielo, aunque nunca hayamos volado. Esto podría indicar que en una vida anterior, como semidiós o astronauta, sí volamos. Esta impresión permanece en las reservas de nuestra mente y a veces se expresa de repente. Es comparable a la fermentación en el fondo del agua, que a veces se manifiesta en forma de burbujas en la superficie. También podemos soñar que llegamos a lugares que no hemos conocido en esta vida, pero que dan testimonio de experiencias anteriores. Estas impresiones se almacenan en nuestra mente y a veces se revelan a través de sueños o pensamientos. Por tanto, la mente funciona como un depósito de los diversos pensamientos y experiencias de nuestras vidas pasadas. Esto establece una continuidad de una vida a la siguiente, de las vidas pasadas a nuestra vida actual, y de esta vida a nuestras vidas futuras. A veces vemos que algunas personas nacen con talentos innatos, ya sea para la poesía, la ciencia o la devoción. Si, como Maharaja Ambarisa, mantenemos un pensamiento constante en Krishna en esta vida (sa vai manah Krishna-padaravindayoh), seguramente seremos transferidos al reino de Dios en el momento de nuestra muerte. Incluso si nuestro empeño en recordar a Krishna no es perfecto, nuestra conciencia de Krishna persistirá en la próxima vida. Esto se confirma en el Bhagavad-gita (6.41): prapya punya-krtam lokan usitva sasvatih samah sucinam srimatam gehe yoga-bhrasto ‘bhijayate. «El yogui fracasado, despues de disfrutar de muchas vidas en los planetas de las entidades vivientes piadosas, renace en una familia virtuosa o en una rica familia aristocratica». Si nos dedicamos seriamente a los principios de la meditación en Krishna, no hay duda de que en nuestra vida futura entraremos en Krishnaloka, Goloka Vrindavana.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 29 – Texto 64

Las actividades fruitivas de un ser vivo le obligan a aceptar diferentes formas corporales.

Aunque amenazado por todas partes, el ciervo encuentra satisfacción en la hierba de un bonito jardín de flores, inconsciente del peligro que lo rodea. Todas las formas de vida, y los seres humanos en particular, creen ser muy felices en el seno de sus familias. Como si vivieran en un jardín de flores y oyeran el suave zumbido de las abejas, todos se concentran en su pareja, que representa la belleza de la vida familiar. El zumbido de los insectos puede compararse a las conversaciones de los niños. Como el ciervo, el ser humano disfruta de su familia sin darse cuenta de que el factor tiempo, simbolizado por el tigre, es omnipresente. Las prolíficas actividades de un ser vivo no hacen sino crearle una nueva posición delicada y llevarlo a aceptar diferentes encarnaciones. No es raro que un ciervo se precipite hacia un espejismo de agua en el desierto. El ciervo también tiene un fuerte deseo sexual. La conclusión es que aquel que vive como un ciervo acabará muriendo a su debido tiempo. Por ello, las escrituras védicas nos aconsejan comprender nuestra verdadera naturaleza y dedicarnos a la devoción antes de que llegue la muerte. De acuerdo con el Bhagavatam (11.9.29): labdhva sudurlabham idam bahu-sambhavante manusyam arthadam anityam apiha dhirah turnam yateta na pated anumrtyu yavan nihsreyasaya visayah khalu sarvatah syat Después de muchas reencarnaciones, hemos obtenido esta forma humana; por lo tanto, antes de que llegue la muerte, debemos dedicarnos al trascendental servicio amoroso del Señor. Esta es la realización de la vida humana.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 29 – Texto 53.

¿Dónde está la prueba de que sufro y me beneficio de las acciones de mi karma pasado?

Los ateos exigen pruebas de las consecuencias de sus acciones pasadas. Por eso hacen la pregunta: «¿Dónde está la prueba de que sufro y me beneficio de las acciones de mi karma pasado?». No son conscientes de cómo el cuerpo sutil transmite los resultados de las acciones del cuerpo actual al siguiente cuerpo físico. Aunque el cuerpo presente se agote físicamente, el cuerpo sutil persiste y transporta el alma a su siguiente cuerpo. En realidad, el cuerpo físico depende del cuerpo sutil. Como resultado, el siguiente cuerpo físico sufrirá y disfrutará según las condiciones de este cuerpo sutil. Por otra parte, el alma es transportada constantemente por el cuerpo sutil hasta que se libera de la materialidad bruta. La entidad viviente tiene dos tipos de cuerpo: el cuerpo sutil y el cuerpo físico. En realidad, disfruta a través del cuerpo sutil, que engloba la mente, la inteligencia y el ego. El cuerpo físico no es más que una envoltura funcional. Cuando este cuerpo físico deja de existir, o muere, las raíces de este cuerpo físico -la mente, la inteligencia y el ego- permanecen y dan origen a otro cuerpo físico. Aunque los cuerpos físicos parecen transformarse, la verdadera esencia del cuerpo físico -el cuerpo sutil de la mente, la inteligencia y el ego- permanece intacta. Las acciones del cuerpo sutil – virtuosas o no – generan una nueva situación que la entidad viviente experimentará, ya sea disfrutando o sufriendo, en el siguiente cuerpo físico. De este modo, el cuerpo sutil persiste mientras que los cuerpos físicos se suceden. Como los científicos y filósofos contemporáneos son excesivamente materialistas y su conocimiento está oscurecido por la ilusión, no consiguen aclarar cómo evoluciona el cuerpo físico. El filósofo materialista Darwin intentó estudiar estas transformaciones, pero debido a su falta de conocimiento sobre el cuerpo sutil o el alma, fue incapaz de explicar satisfactoriamente el proceso de la evolución. El cuerpo físico puede modificarse, pero es a través del cuerpo sutil como se producen las verdaderas transformaciones. Las personas tienen dificultades para comprender las operaciones del cuerpo sutil, lo que les impide percibir cómo las acciones de un cuerpo físico influyen en otros cuerpos físicos. Las actividades del cuerpo sutil también son guiadas por la Superalma, como se afirma en el Bhagavadgita (15.15): sarvasya caham hrdi sannivisto mattah smrtir jnanam apohanam ca «Yo habito en los corazones de todos, y de Mí provienen el recuerdo, el conocimiento y el olvido». Puesto que la Suprema Personalidad de Dios, como Superalma, guía constantemente al alma individual, ésta es siempre consciente de cómo actuar según las consecuencias de su karma pasado. En otras palabras, la Superalma le recuerda cómo debe comportarse. Por lo tanto, aunque parece producirse un cambio en el cuerpo físico, existe una continuidad entre las vidas de un alma individual.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 29 – Textos 59 y 60.

La entidad viviente recibe en primer lugar un cuerpo que es humano.

Originalmente, la entidad viviente es un ser espiritual, pero cuando siente el deseo de disfrutar de este mundo material, desciende a este plano. De este verso podemos entender que la entidad viviente en primer lugar recibe un cuerpo que es humano, pero gradualmente, debido a sus malas acciones, desciende a formas de vida inferiores: animal, vegetal y acuática. A través de un proceso evolutivo, la entidad viviente vuelve alcanzar un cuerpo humano y se le ofrece otra oportunidad para escapar del ciclo de transmigración.
Si en la forma humana vuelve a perder esta oportunidad de comprender su posición, caerá nuevamente en el ciclo de nacimiento y muerte recibiendo diferentes tipos de cuerpos. El deseo de la entidad viviente de adentrarse en el mundo material es bastante comprensible. Aunque uno pueda nacer en una familia donde se prohíban prácticas como el consumo de carne, la intoxicación, el juego y las relaciones sexuales, puede aun así desear disfrutar de estas cosas. Siempre habrá quienes busquen esas tentaciones, como visitar a una prostituta o ir a un hotel a comer carne y beber vino. Otros pueden querer apostar en clubes nocturnos o participar en deportes. Estas inclinaciones ya residen en los corazones de las entidades vivientes, pero algunas logran resistir y, como resultado, evitan caer en una existencia degradada. Cuanto más desea uno una vida degradante, más se sumerge en distintas formas de existencia indeseadas. Este es el proceso de transmigración y evolución. Un tipo particular de animal puede tener una inclinación a disfrutar de ciertas experiencias sensoriales, pero en la forma humana es posible experimentar todas ellas. En el cuerpo humano, hay una mayor facilidad para utilizar todos los sentidos en busca de satisfacción. Sin el entrenamiento adecuado, uno se convierte en víctima de los modos de la naturaleza material, como se explica en el Bhagavad-gita (3.27):
prakrteh kriyamanani gunaih karmani sarvasah ahankara-vimudhatma kartaham iti manyate
«El alma espiritual desconcertada, bajo la influencia de los tres modos de influencia de la naturaleza material, se cree el realizador de actividades que en realidad son llevadas a cabo por la naturaleza». Así que, cuando uno desea disfrutar de sus sentidos, se pone bajo el control de la energía material y, de forma mecánica, es colocado en el ciclo de nacimientos y muertes en diversas formas de vida.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 29 – Texto 04

Cuando un devoto toma su baño en un lugar de peregrinación, las reacciones pecaminosas dejadas por los hombres pecadores son neutralizadas.

Cuando un devoto puro va a un lugar de peregrinación, aspira a purificar este espacio sagrado. Muchos pecadores se sumergen en las aguas sagradas de estos lugares, como el Ganges y el Yamuna, en sitios como Prayaga, Vrindavana y Mathura. Así purificados, estos pecadores dejan atrás las impurezas de sus acciones en estos santuarios. Cuando los devotos puros se bañan en estos lugares, las consecuencias del pecado dejadas por los hombres pecadores son neutralizadas por su presencia. Tirthi-kurvanti tirthani svantah-sthena gada-bhrta (Bhag. 1.13.10). De hecho, el devoto siempre lleva en su corazón a la Suprema Personalidad de la Divinidad, transformando todo lo que toca en un lugar de peregrinación propicio para la comprensión de esta Divinidad. Por lo tanto, es nuestro deber acercarnos a los verdaderos devotos para liberarnos de la contaminación material. Todos debemos aprovechar las ventajas de los devotos errantes, cuya única misión es liberar a las almas condicionadas de las garras de maya.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 30 – Texto 37.

Si se cumplen los deseos de los no devotos, ¿por qué no los de los devotos?

Un devoto muy avanzado no se considera superior. Su humildad es su fortaleza. La Suprema Personalidad de Dios, en Su forma plenaria como Paramatma o Superalma, reside en el corazón de todos y entiende las actitudes y deseos de Sus devotos. El Señor también permite que los no devotos vean cumplidos sus deseos, como se afirma en el Bhagavad-gita (mattah smrtir jnanam apohanam ca). Cada anhelo, por pequeño que sea, es oído por el Señor, quien ofrece la posibilidad de satisfacer esos deseos. Si se cumplen los deseos de los no devotos, ¿por qué no los de los devotos? Un devoto puro solo anhela dedicarse al servicio de Dios, sin deseos materiales, y si ese deseo surge desde su corazón, donde el Señor reside, ¿por qué no sería oído por Él? Si un devoto sincero sirve al Señor o a la forma del Señor (arca-vigraha), todas sus actividades prosperan porque el Señor está presente en su corazón y reconoce su sinceridad. Así, si un devoto, con confianza, continúa llevando a cabo sus deberes en el servicio devocional, finalmente alcanzará el éxito.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 30 – Texto 29.

Obtener bendiciones materiales del Señor Shiva no es difícil.

Se ha dicho: harim vina na srtim taranti. Sin rendirse a los pies de loto de la Personalidad de Dios, uno no puede liberarse de las garras de maya, que incluyen el ciclo de nacimiento, vejez, enfermedad y muerte. Los Pracetas encontraron refugio en la Suprema Personalidad de Dios por la gracia del Señor Shiva. Este último es el devoto supremo del Señor Vishnu, la Suprema Personalidad de Dios. Vaisnavanam yatha sambhuh: el Vaisnava más elevado es el Señor Shiva, y aquellos que son verdaderamente sus devotos siguen sus consejos y se refugian a los pies de loto del Señor Vishnu. Los que se consideran devotos del Señor Shiva pero solo buscan prosperidad material están, en cierto modo, siendo engañados por él. Aunque en realidad no los engaña, ya que el Señor Shiva no tiene razones para hacerlo, él tan solo permite que estos supuestos devotos reciban bendiciones materiales porque ellos mismos desean ser engañados. Irónicamente, estas bendiciones pueden llevar a la destrucción de los llamados devotos. Por ejemplo, Ravana recibió todas las bendiciones materiales del Señor Shiva, pero el resultado fue su propia destrucción, junto con su familia y reino, debido al mal uso de esas bendiciones. Su poder material lo llenó de orgullo y arrogancia, lo que lo llevó a secuestrar a la esposa del Señor Ramacandra. Así fue como se arruinó. Obtener bendiciones materiales del Señor Shiva no es difícil, pero en realidad no son bendiciones auténticas. Los Pracetas sí recibieron una bendición del Señor Shiva, y como resultado encontraron refugio a los pies de loto del Señor Vishnu; esta es la verdadera bendición. Las gopis también adoraron al Señor Shiva en Vrindavana, y el Señor ahí permanece como Gopisvara. Sin embargo, las gopis pidieron al Señor Shiva que las bendijera otorgándoles al Señor Krishna como esposo. No hay nada de malo en adorar a los semidioses, siempre que el objetivo último sea volver al hogar, de regreso a Dios. Generalmente, la gente se dirige a los semidioses por beneficios materiales, como se expresa en el Bhagavad-gita (7.20):
kamais tais tair hrta-jnanah prapadyante ‘nya-devatah
tam tam niyamam asthaya prakrtya niyatah svaya

«Aquellos cuyas mentes están nubladas por deseos materiales se entregan a los semidioses y siguen las reglas de la adoración según su propia naturaleza». El que busca solo beneficios materiales se llama hrta jnana («aquel que ha perdido su inteligencia»). Es importante señalar que, en ocasiones, las escrituras reveladas describen al Señor Shiva como no diferente de la Suprema Personalidad de Dios. Lo relevante es que el Señor Shiva y el Señor Vishnu están tan íntimamente conectados que no hay diferencias de opinión. El hecho es, ekale isvara Krishna, ara saba bhrtya: «El único amo supremo es Krishna, y todos los demás son Sus devotos o sirvientes». (Cc. Adi 5.142) Esta es la verdad, y no hay discrepancia entre el Señor Shiva y el Señor Vishnu sobre este punto. En ninguna parte de las escrituras reveladas el Señor Shiva afirma ser igual al Señor Vishnu. Esta noción es creada por ciertos devotos del Señor Shiva que afirman que ambos son uno. Tal afirmación está estrictamente prohibida en el Vaisnava-tantra: yas tu narayanam devam. El Señor Vishnu, el Señor Shiva y el Señor Brahma están unidos de manera íntima como amo y sirviente. Shiva-virinci-nutam. Vishnu es adorado y reverenciado tanto por el Señor Shiva como por el Señor Brahma. Considerar que todos son equivalentes es una grave ofensa. Todos son iguales en el sentido de que el Señor Vishnu es la Suprema Personalidad de Dios y todos los demás son Sus sirvientes eternos.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 30 – Texto 38.

Actividades materiales con el propósito de la gratificación de los sentidos y con el propósito de satisfacer al Señor Supremo.

Por regla general, una persona que forma parte de una familia se apega excesivamente a las actividades que dan sus frutos. En otras palabras, aspira a disfrutar de los resultados de sus acciones. Sin embargo, un devoto sabe que Krishna es el beneficiario supremo y el dueño absoluto (bhoktaram yajna-tapasam sarva-loka-mahesvaram). Así, el devoto no se considera a sí mismo como el dueño de sus ocupaciones. Siempre piensa en la Suprema Personalidad de Dios como el verdadero propietario; por eso ofrece los resultados de sus actividades al Señor Supremo. Aquel que vive de esta manera en el mundo material, rodeado de su familia y sus hijos, nunca se ve afectado por las contaminaciones de este mismo mundo material. Así lo confirma el Bhagavad-gita (3.9):

yajnarthat karmano ‘nyatra loko ‘yam karma-bandhanah
tad-artham karma kaunteya mukta-sangah samacara

Aquel que busca disfrutar de los resultados de sus acciones queda atado a ellos. Por otro lado, aquel que ofrece sus resultados o beneficios a la Suprema Personalidad de la Divinidad no se ata a ellos. Este es el secreto del éxito. En general, la gente elige sannyasa para escapar de las reacciones de sus actividades fruitivas. Aquel que no se apropia de los resultados de sus acciones, sino que los ofrece a la Suprema Personalidad de Dios, ciertamente permanece en un estado de liberación. Sri Rupa Gosvami lo confirma en el Bhakti-rasamrta-sindhu:

iha yasya harer dasye karmana manasa gira
nikhilasv apy avasthasujivan-muktah sa ucyate

Si una persona se dedica al servicio del Señor con su vida, su riqueza, sus palabras, su inteligencia y todo lo que posee, siempre se liberará, sean cuales sean sus circunstancias. A tal persona se le llama jivanmukta, es decir, alguien que está liberado durante esta existencia. Aquellos que, desprovistos de la conciencia de Krishna, se entregan a actividades materiales sólo se enredan aún más en la esclavitud material. Tienen que sufrir y beneficiarse de las acciones y consecuencias de todas sus actividades. Por lo tanto, el movimiento de conciencia de Krishna es la mayor bendición para la humanidad, porque nos permite permanecer al servicio de Krishna en todo momento. Los devotos piensan en Krishna, actúan por Krishna, comen por Krishna, duermen por Krishna y trabajan por Krishna. De esta manera, todo está dedicado al servicio de Krishna. Una vida enteramente dedicada a la conciencia de Krishna nos protege de la contaminación material. Como Bhaktisiddhanta Sarasvati Gosvami Maharaja ha dicho:
Krishna-bhajane yaha haya anukula visaya baliya tyage taha haya bhula
Si uno es lo suficientemente hábil para involucrar o combinar todo con el servicio al Señor, sería un error abandonar el mundo material. Uno debe aprender a poner todo al servicio del Señor, porque todo está relacionado con Krishna. Este es el verdadero objetivo de la vida y el secreto del éxito. Como se subraya en el tercer verso del Bhagavad-gita (3.19)

tasmad asaktah satatam karyam karma samacara
asakto hy acaran karma param apnoti purusah

«Por lo tanto, sin preocuparse por los resultados de las propias acciones, es esencial actuar por deber, pues es obrando sin apego como se puede alcanzar el Supremo».
El tercer versículo del Bhagavad-gita trata específicamente de las actividades materiales destinadas a satisfacer los sentidos en contraposición a las que buscan complacer al Señor Supremo. La conclusión es clara: estos dos tipos de actividad no son equivalentes. Las acciones orientadas únicamente a la satisfacción de los sentidos conducen a la esclavitud material, mientras que las orientadas a la satisfacción de Krishna conducen a la liberación. ¿Cómo puede la misma acción ser causa tanto de esclavitud como de liberación? Por ejemplo, una indigestión puede ser el resultado de un consumo excesivo de productos lácteos como la leche condensada o el arroz dulce. Sin embargo, en caso de indigestión o diarrea, un preparado como el yogur mezclado con pimienta negra y sal puede proporcionar un alivio inmediato. En otras palabras, un producto lácteo puede causar problemas digestivos, mientras que otro puede curarlos.
Si alguien se encuentra en la opulencia material debido a la gracia especial de la Suprema Personalidad, no debe ver esto como una forma de esclavitud. Cuando un devoto maduro recibe beneficios materiales, no se deja influir por ellos, porque sabe cómo utilizar esta opulencia para el servicio del Señor. Muchos ejemplos históricos ilustran este punto: reyes como Prthu Maharaja, Prahlada Maharaja, Janaka, Dhruva, Vaivasvata Manu y Maharaja Iksvaku, todos grandes gobernantes, fueron particularmente favorecidos por la Suprema Personalidad. Por otro lado, si un devoto no es maduro, el Señor Supremo puede quitarle toda su riqueza. Este principio es declarado por la Suprema Personalidad – yasyaham anugrhnami harisye tad-dhanam sanaih: «Mi primera misericordia hacia Mi devoto es quitarle toda su riqueza material». El Señor Supremo elimina la riqueza perjudicial para el servicio devocional, mientras que un devoto maduro recibe todas las facilidades materiales.»

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 30 – Texto 19.

De acuerdo con los principios védicos, una mujer no puede tener muchos maridos.

Sin embargo, existen excepciones en las que una mujer puede tener varios maridos. Un ejemplo es Draupadi, quien estuvo casada con los cinco hermanos Pandava. Asimismo, la Personalidad suprema solicitó a todos los hijos de Pracinabarhisat que se casaran con la hija nacida del gran sabio Kandu y de Pramloca. En ciertos casos, se permite a una mujer casarse con varios hombres, siempre que sepa tratar a cada uno de ellos de manera equitativa. No obstante, esto sigue siendo complicado para una mujer común. Solo una mujer con cualificaciones excepcionales podría ser autorizada a tener varios maridos. En esta era de Kali, es muy raro encontrar a una mujer tan equilibrada.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 30 – Texto 16.

¿Por qué este movimiento de conciencia de Krishna promueve exclusivamente la adoración a Krishna?

A veces, la gente se pregunta por qué este movimiento de conciencia de Krishna se centra únicamente en la adoración de Krishna, excluyendo a los semidioses. La respuesta se encuentra en este verso. El ejemplo de verter agua sobre la raíz de un árbol es muy pertinente. En el Bhagavad-gita (15.1) se menciona, urdhva-mulam adhah-sakham: esta manifestación cósmica se ha despliegue hacia abajo, y la raíz es la Suprema Personalidad de Dios. Como lo confirma el Señor en el Bhagavad-gita (10.8), aham sarvasya prabhavah: «Yo soy la fuente de todos los mundos espirituales y materiales». Krishna es la raíz de todo; por lo tanto, servir a la Suprema Personalidad de Dios, Krishna (Krishna-seva), implica automáticamente servir a todos los semidioses. A veces se argumenta que el karma y el jñana necesitan una mezcla de bhakti para llevarse a cabo eficazmente, y en otras ocasiones se sostiene que el bhakti también requiere del karma y el jñana para su realización exitosa. Sin embargo, el hecho es que aunque el karma y el jñana no pueden tener éxito sin bhakti, el bhakti no necesita la asistencia del karma y el jñana. En realidad, tal como lo describe Srila Rupa Gosvami, anyabhilasita-sunyam jnana-karmady-anavrtam: el servicio devocional puro no debe verse contaminado por el karma y el jñana. La sociedad moderna está involucrada en diversas obras filantrópicas, humanitarias y similares, pero la gente desconoce que estas actividades jamás tendrán éxito a menos que Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, sea el centro. Uno puede preguntarse qué hay de malo en adorar a Krishna junto a las diversas partes de su cuerpo, los semidioses, y la respuesta nuevamente se encuentra en este verso. El punto es que al proporcionar alimento al estómago, se satisfacen automáticamente los sentidos. Si uno intenta alimentar sus ojos u oídos de forma independiente, el resultado es solo caos. Al ofrecer alimento al estómago, se satisfacen todos los sentidos. No es necesario ni viable prestar servicio por separado a los sentidos individuales. En conclusión, sirviendo a Krishna (Krishna-seva), se encuentra la completud. Como se confirma en el Caitanyacaritamrta (Madhya 22.62), krsne bhakti kaile sarva-karma krta haya: si uno se dedica al servicio devocional del Señor, la Suprema Personalidad de Dios, todo se realiza de manera automática.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 31 – Texto 14.

¿Por qué se recomienda la práctica de la escucha (sravanam) para el servicio devocional?

El comienzo de la conciencia de Krishna y del servicio devocional está en la escucha, llamado sravanam en sánscrito. Todo el mundo debería tener la oportunidad de participar en reuniones devocionales para escuchar. Escuchar es crucial para progresar en la conciencia de Krishna. Cuando abrimos nuestros oídos para recibir vibraciones trascendentales, podemos purificarnos rápidamente y purificar nuestros corazones. El Señor Caitanya enfatizó la importancia de esta escucha, porque purifica el corazón del alma contaminada, haciéndola rápidamente capaz de aceptar el servicio devocional y comprender la conciencia de Krishna.
En el Garuda Purana se ilustra perfectamente la importancia de escuchar. Dice: «El estado de vida condicionada en el mundo material es igual que un hombre inconsciente que ha sido mordido por una serpiente. De hecho, estos dos estados de inconsciencia pueden ser interrumpidos por el sonido de un mantra». Cuando una persona es mordida por una serpiente, no sucumbe inmediatamente, sino que primero pierde el conocimiento y cae en un estado comatoso. Del mismo modo, quien vive en el mundo material está dormido, inconsciente de su verdadera naturaleza, de su deber y de su relación con Dios. Así, llevar una vida materialista es caer presa de la serpiente de maya, la ilusión, y por lo tanto, estar casi muerto, sin ninguna conciencia de Krishna. Sin embargo, cualquiera que esté sumido en un estado de inconsciencia similar al de un hombre mordido por una serpiente puede ser devuelto a la vida cantando un mantra. Los especialistas que dominan estos mantras pueden lograr esta hazaña. Del mismo modo, es posible salir del estado de inconsciencia mortal de la vida material escuchando el maha-mantra: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare/ Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare.
En el cuarto canto del Srimad-Bhagavatam, vigésimo noveno capítulo, versículo 40, Sukadeva Gosvami explica a Maharaj Pariksit la importancia de escuchar los relatos de las actividades del Señor: «Oh amado rey, habita en un lugar donde grandes acaryas hablen de las actividades trascendentales del Señor, y presta tu oído al río de néctar que fluye de los rostros lunares de estas grandes personalidades. Quien continúe escuchando ávidamente tales sonidos trascendentales, ciertamente se liberará de toda hambre, sed, temor y lamentación materiales, así como de todas las ilusiones de la existencia material.»
Sri Caitanya Mahaprabhu también recomendó este proceso de escucha audición como medio de autorrealización en la actual era de Kali. En efecto, es muy difícil seguir estrictamente los principios reguladores y estudiar los Vedas, como se recomendaba en el pasado. Sin embargo, escuchando las enseñanzas de los grandes devotos y acaryas, podemos liberarnos de toda contaminación material. Así, Caitanya Mahaprabhu simplemente aconseja escuchar las enseñanzas de los verdaderos devotos del Señor. Escuchar a personas no auténticas no traerá ningún beneficio. Al escuchar las enseñanzas de aquellos que verdaderamente han alcanzado la autorrealización, nuestros oídos se inundarán de ríos llenos de néctar, similares a los que fluyen en el planeta lunar. Esta es la metáfora utilizada en el versícuo anterior…
Como enseña el Bhagavad-gita, «una persona materialista sólo puede renunciar a sus deseos materiales cuando está en conciencia de Krishna». Sin encontrar un compromiso superior, le es imposible apartarse de sus preocupaciones inferiores. En el mundo material, todo el mundo está absorbido por las actividades ilusorias de la energía inferior, pero en cuanto tiene la oportunidad de saborear las actividades de la energía superior realizadas por Krishna, olvida todos sus placeres inferiores. Cuando Krishna habla en el campo de batalla de Kuruksetra, el materialista piensa que es simplemente una conversación entre amigos, cuando en realidad es un río de néctar que fluye de la boca de Sri Krishna. Arjuna fue tocado por estas vibraciones y así se liberó de todas las ilusiones ligadas a los problemas materiales.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2011), «El Néctar de la Devoción», páginas 89 y 90

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