Si cada persona se dedicara a prácticas espirituales en busca de la salvación, ¿cómo podría continuar la situación actual?
Podemos preguntarnos: si todos se comprometieran con prácticas espirituales para alcanzar la salvación y se volvieran indiferentes a las actividades materiales, ¿cómo podrían las cosas seguir como están? Y si este statu quo debe persistir, ¿cómo podría un líder ignorar estas acciones? En respuesta a esta reflexión, se aclara el término sreyah, que significa auspicioso. La distribución de roles en la sociedad, tal como fue establecida por la divinidad suprema, no es un resultado del azar ni de una concepción irracional, como piensan algunos. El brahmana debe cumplir con sus deberes de la manera adecuada, al igual que el ksatriya, el vaisya e incluso el sudra. Cada uno de ellos puede alcanzar la perfección suprema de la vida: la liberación de las ataduras materiales. Esto se confirma en la Bhagavad-gita (18.45): «Al ejecutar los deberes prescritos, uno puede alcanzar la más alta perfección.»
El Señor Vishnu aconsejó al Maharaja Prthu que un rey no necesita renunciar a su reino ni a su responsabilidad de proteger a los prajas, o ciudadanos, para buscar la liberación en el Himalaya. Puede alcanzar la liberación mientras cumple con sus obligaciones reales. El deber de un rey o un jefe de Estado es asegurarse de que los prajas, es decir, la población general, cumplan con sus respectivos deberes en pos de su salvación espiritual. Un Estado laico no requiere que un rey o jefe de Estado desatienda las acciones de los prajas. En el contexto moderno, el gobierno tiene numerosas reglas y regulaciones para guiar a los prajas, pero a menudo carece de mecanismos para garantizar que los ciudadanos avancen en su conocimiento espiritual. Si el gobierno ignora este aspecto, los ciudadanos actuarán de manera hedonista, sin conciencia de Dios ni vida espiritual, quedando atrapados en actividades perjudiciales.
El jefe del ejecutivo no debe descuidar el bienestar de los ciudadanos limitándose a la recaudación de impuestos. La verdadera responsabilidad del rey es llevar gradualmente a los ciudadanos a una plena conciencia de Krishna. La conciencia de Krishna implica una liberación total de todas las actividades pecaminosas. Una vez que las acciones nocivas se erradiquen completamente del Estado, no habrá más guerras, desastres, hambrunas o disturbios naturales.
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Cuarto Canto, Capítulo 20 – Texto 14.