La «conciencia de Krishna» es la verdadera fuente de la felicidad.
Srila Rupa Gosvami examinó las diversas fuentes de felicidad y las clasificó en tres categorías: 1) la felicidad que surge del disfrute material, 2) la felicidad que surge de la identificación con el Brahman Supremo, y 3) la felicidad que surge de la conciencia de Krishna.
En el Tantra-sastra, el Señor Shiva se dirige a su esposa, Sati, con estas palabras: «Mi querida esposa, quien se consagra a los pies de loto de Govinda y desarrolla así la conciencia pura de Krishna puede alcanzar fácilmente todas las perfecciones buscadas por los impersonalistas, e incluso disfrutar de una felicidad superior a la de los devotos puros.»
La felicidad resultante del servicio devocional puro es la más elevada porque es eterna. Por otra parte, la felicidad resultante de la perfección material o de la identificación con Brahman es inferior debido a su naturaleza temporal. No hay nada que pueda impedir el derrumbe de la felicidad material, e incluso es muy posible que la felicidad espiritual derivada de la identificación con el Brahman impersonal se derrumbe también.
Se ha observado que grandes sannyasis mayavadi (impersonalistas) -almas altamente educadas y casi realizadas- pueden a veces involucrarse en actividades políticas o asistenciales. Esto se debe a que no encuentran la felicidad trascendental más profunda en la explicación impersonal del absoluto y, por lo tanto, se ven obligados a dedicarse a los asuntos mundanos. En la India, en particular, se han dado muchos casos en los que estos sannyasis mayavadis se han dedicado a la esfera material. Por otro lado, una persona que es plenamente consciente de Krishna nunca se dejará arrastrar a tal estado. Por muy seductoras y atractivas que parezcan, estas actividades materiales de bienestar no pueden competir con la actividad espiritual de la conciencia de Krishna.
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2011), «El Néctar de la Devoción», páginas 10 y 11.1