Un devoto no debe detenerse en una tristeza o melancolía excesivas, sino que debe mantener su entusiasmo y continuar su servicio amoroso.

Este pasaje describe la fase inicial del servicio devocional puro, tal como lo explicó el Señor. Un auténtico devoto reconoce que todas las búsquedas materiales solo llevan a la gratificación de los sentidos, lo que resulta en sufrimiento. Por lo tanto, el devoto anhela dedicar cada momento al servicio amoroso del Señor Kṛṣṇa sin buscar ninguna ganancia personal. Aspira a establecerse en su verdadera identidad como siervo eterno del Señor y reza para elevar su noble condición. El término ‘anīśvara’ sugiere que, debido a acciones y hábitos pecaminosos pasados, a una persona le puede resultar difícil erradicar completamente la tendencia al lucro. El Señor anima a tales devotos a no caer en la excesiva depresión o mal humor, sino a mantenerse celosos en su servicio amoroso. ‘Nirviṇṇa’ indica que un devoto sincero, aunque algo atrapado en los vestigios de la gratificación de los sentidos, siente una profunda aversión hacia la existencia material y no se involucra voluntariamente en actos pecaminosos. De hecho, se aleja deliberadamente de las actividades materiales. El término ‘kāmān’ se refiere principalmente a la atracción sexual y sus consecuencias, como la familia y el hogar. En el ámbito material, los impulsos sexuales pueden ser lo suficientemente poderosos para que un devoto a veces experimente deseos persistentes o apegos hacia su familia. Un verdadero devoto siente amor espiritual por todos los seres vivos, incluida su familia, pero reconoce que la atracción corporal es, en última instancia, perjudicial, ya que solo sirve para enredar a sí mismo y a sus seres queridos en un ciclo de dolor. La frase ‘dṛḍha-niścaya’ expresa que un devoto, en cualquier situación, se resuelve a persistir en sus deberes hacia Kṛṣṇa. Reflexiona: ‘Debido a mi vida inadecuada pasada, mi corazón está afectado por muchos apegos ilusorios. Soy incapaz de disiparlos por mí mismo; solo el Señor puede purificar mi corazón de estas influencias indeseables. No importa qué tan rápidamente el Señor elimine estos apegos o me permita soportarlos durante más tiempo, jamás abandonaré mi servicio devocional a Él. Aunque el Señor me presente innumerables desafíos y, a causa de mis fechorías, acabe en el infierno, no dejaré mi servicio al Señor Kṛṣṇa ni un solo instante. No me interesan las especulaciones mentales ni los esfuerzos fructíferos; aunque el mismo Señor Brahmā me proponga tales afanes, permaneceré desinteresado. A pesar de sentir apego por los objetos materiales, me doy cuenta claramente de que no aportan ningún beneficio, solo confusión, perturbando mi servicio devocional. Por lo tanto, lamento sinceramente mis inútiles apegos a diversas posesiones materiales y espero pacientemente la gracia del Señor Kṛṣṇa.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 20 – Texto 27-28.