Un devoto seguidor del Señor jamás debe desanimarse en el cumplimiento de sus deberes establecidos.
Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura ha indicado que, en esta era, debido a la omnipresente contaminación de la vida pecaminosa, resulta complicado liberarse de los síntomas del Kali-yuga. Sin embargo, aquellos que se dedican sinceramente a las actividades misioneras de Caitanya Mahāprabhu no deben temer las manifestaciones ocasionales e inevitables del Kali-yuga. Los discípulos de Caitanya Mahāprabhu se adhieren a los cuatro principios regulativos: evitar las relaciones sexuales ilícitas, la intoxicación, el consumo de carne y las apuestas. Cantan Hare Kṛṣṇa de manera continua y se entregan al servicio del Señor. No obstante, es posible que ciertos síntomas transitorios del Kali-yuga, como la envidia, la ira, la lujuria o la avaricia, se presenten en la vida de un devoto debido a determinadas circunstancias. Sin embargo, si ese devoto está sinceramente rendido a los pies de loto de Caitanya Mahāprabhu, esos síntomas indeseables (o anarthas) se desvanecerán rápidamente gracias a Su gracia. Por lo tanto, un discípulo genuino del Señor debe permanecer valiente en el cumplimiento de sus deberes, confiando en la protección de Caitanya Mahāprabhu.
Además, este verso menciona śiva-viriñci-nutam. El Señor Śiva y el Señor Brahmā, las dos entidades más poderosas del universo, rinden adoración con fervor a los pies de loto de Caitanya Mahāprabhu. ¿Cuál es la razón de esto? Śaraṇyam. Porque ellos también buscan refugio bajo la protección del Señor, lo que indica que nadie está verdaderamente a salvo sin el amparo de Sus pies divinos.
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 05 – Texto 33.









