Todo lo que se emplea en el servicio amoroso del Señor se considera espiritual

Los objetos que se utilizan para el disfrute personal se consideran posesiones materiales, mientras que aquellos destinados al servicio amoroso del Señor se consideran como espirituales. Es importante renunciar a las posesiones materiales y dedicarlas completamente al servicio devocional del Señor. Por ejemplo, una persona que tiene una mansión lujosa debería establecer una Deidad para el Señor y organizar eventos periódicos para promover la conciencia de Kṛṣṇa. De igual manera, la riqueza debería usarse para construir templos y publicar escritos que representen con fidelidad la esencia de la Personalidad de Dios. Aquella persona que renuncia a las posesiones materiales sin emplearlas en el servicio del Señor no entiende que, en última instancia, todo pertenece a la Personalidad de Dios. Esta renuncia sin reflexión surge de la falsa creencia de que ‘esta propiedad podría ser mía, pero no la deseo’. En realidad, todo le pertenece a Dios; por lo tanto, cuando uno comprende esto, deja de buscar disfrutar o rechazar las posesiones terrenales y se dedica pacíficamente a utilizarlas en el servicio del Señor.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 23 – Texto 23.