En el Kali-yuga, las austeridades severas no son valoradas.
Es importante vivir en asociación con los Vaiṣṇavas, donde el objetivo común es el avance en la conciencia de Kṛṣṇa. Especialmente en Kali-yuga, tratar de permanecer físicamente aislado de los demás a menudo resulta en degradación o locura. Aniketatām significa no dejarse embriagar por la satisfacción efímera del propio «hogar», que puede desaparecer en cualquier momento debido a circunstancias imprevistas derivadas de las propias acciones pasadas. Hoy en día, no es posible vestirse con cortezas de árbol en las ciudades modernas, ni llevar simples piezas de tela. En el pasado, la cultura humana daba la bienvenida a quienes hacían tapasya, o penitencia, para avanzar espiritualmente. En nuestra época, sin embargo, la necesidad más apremiante es predicar el mensaje de la Bhagavad-gītā en toda la sociedad humana. Por lo tanto, se recomienda que los Vaiṣṇavas se vistan con ropas limpias y pulcras, cubriendo decentemente sus cuerpos para que las almas condicionadas no se asusten ni se desanimen por las severas penitencias de los Vaiṣṇavas. En el Kali-yuga, las almas condicionadas están extremadamente apegadas a la gratificación sensorial material, y las austeridades extremas no se aprecian, sino que se consideran meras negaciones de la carne. Por supuesto, la austeridad es necesaria para el avance espiritual, pero el ejemplo práctico dado por Śrīla Prabhupāda en la propagación exitosa del movimiento de conciencia de Kṛṣṇa muestra que todas las cosas materiales deben usarse para atraer a la gente a esa conciencia. Por lo tanto, los Vaiṣṇavas pueden adoptar ocasionalmente vestimentas ordinarias para servir al principio superior de la distribución de la conciencia de Kṛṣṇa.
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 03 – Texto 25.