El servicio devocional al Señor Krishna elimina todas las repercusiones kármicas.

Los devotos del Señor Supremo experimentan tanto alegría como tristeza, no como efectos de sus acciones materiales, sino como consecuencias inherentes de su relación amorosa con el Señor. Śrīla Rūpa Gosvāmī, en su obra fundamental, Śrī Bhakti-rasāmṛta-sindhu, sobre el servicio devocional, explica cómo un Vaiṣṇava se libera de todas las reacciones kármicas, incluidas las que aún no se han manifestado (aprārabdha), las que están por manifestarse (kūṭa), las que se encuentran en la etapa de surgimiento (bīja) y las que ya se han manifestado plenamente (prārabdha). Así como un loto va dejando caer lentamente sus pétalos, una persona que se refugia en el servicio devocional ve erradicadas todas sus reacciones kármicas.

La afirmación de que el servicio devocional al Señor Kṛṣṇa elimina todas las repercusiones kármicas se respalda en un pasaje del Gopāla-tāpanī śruti (Pūrva 15): bhaktir asya bhajanaṁ tad ihāmutropādhi-nairāsyenāmuṣmin manaḥ-kalpanam etad eva naiṣkarmyam. El servicio devocional es el proceso de adorar al Señor Supremo. Implica enfocar la mente en Él mientras se renuncia a todas las designaciones materiales, en esta vida y en la próxima, lo que lleva a la disolución de todo karma. Aunque es cierto que quienes se dedican al servicio devocional pueden continuar en cuerpos materiales y enfrentar situaciones materiales por un tiempo, esto refleja la inconcebible misericordia del Señor, quien otorga los frutos de la devoción solo cuando alcanzan la pureza. En cada etapa de la devoción, el Señor cuida de Su devoto, asegurando la eliminación gradual de su karma. Por lo tanto, aunque los devotos experimenten felicidad y angustia, que parecen ser reacciones kármicas ordinarias, en realidad son concedidas por el propio Señor. Como se afirma en el Bhāgavatam (10.87.40): bhavad-uttha-śubhāśubhayoḥ, un devoto maduro percibe las circunstancias aparentemente buenas y malas que enfrenta como manifestaciones de la guía directa de su Señor siempre benevolente.

Sin embargo, si el Señor es tan compasivo con Sus devotos, ¿por qué permite que pasen por sufrimientos específicos? Esto se puede entender mediante una analogía: un padre amoroso limita el juego de sus hijos e insiste en que vayan a la escuela, sabiendo que esto refleja su amor por ellos, aunque los niños no puedan comprenderlo. De igual manera, el Señor Supremo Viṣṇu actúa con misericordia y rigor hacia todos Sus dependientes, no solo hacia aquellos devotos que aún son inmaduros y buscan cualificarse. Incluso santos perfectos como Prahlāda, Dhruva e Yudhiṣṭhira enfrentaron grandes tribulaciones, todo con el fin de su glorificación.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Décimo Canto, Capítulo 88 – Texto 08

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