Toda la manifestación cósmica es como arcilla de modelar en las manos del Señor Supremo.
Las situaciones y actividades materiales aparecen como buenas, apasionadas o ignorantes según la interacción de los modos de la naturaleza. Estos modos son producidos por el poder ilusorio del Señor, que no es diferente de Su maestro, la Suprema Personalidad de Dios. Así pues, un devoto del Señor permanece desapegado de las manifestaciones ilusorias y temporales de la naturaleza material. Al mismo tiempo, acepta la naturaleza material como el poder del Señor y, por tanto, esencialmente real. Podemos poner el ejemplo de un niño que moldea plastilina en diferentes formas lúdicas como tigres, hombres o casas. La plastilina es real, mientras que las formas temporales que adopta son ilusorias; no son tigres, hombres o casas reales. Del mismo modo, toda la manifestación cósmica es masilla en las manos del Señor Supremo, quien actúa a través de māyā para modelar las deslumbrantes formas temporales de la ilusión, que absorben las mentes de aquellos que no son devotos de la Suprema Personalidad de Dios.
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 28 – Texto 01.