La glorificación del Señor elimina por completo las impurezas del corazón.

Las ceremonias rituales de expiación que se sugieren en los textos sagrados son insuficientes para purificar el corazón de manera absoluta, ya que, tras la expiación, la mente tiende a volver a la búsqueda de placeres materiales. Por lo tanto, para aquellos que desean liberarse de las reacciones resultantes de las acciones materiales, se aconseja el canto del mantra Hare Krishna, o la exaltación del nombre, la gloria y los pasatiempos del Señor, como el método más efectivo de expiación, puesto que tal canto elimina totalmente las impurezas del corazón.
Srimad-Bhagavatam (1.2.17):
srnvatam sva-kathah Krishnah punya-sravana-kirtanah
hrdy antah-stho hy abhadrani vidhunoti suhrt satam
«El Señor Sri Krishna, quien es la Personalidad de Dios y el Paramatma [Superalma] en el corazón de todos, y el benefactor del devoto sincero, purifica del deseo de disfrute material el corazón de aquel devoto que escucha y canta Sus mensajes, que son en sí mismos virtuosos cuando se reciben adecuadamente mediante la escucha y el canto». Es la especial misericordia del Señor Supremo que, al saber que alguien está exaltando Su nombre, gloria y atributos, Él mismo ayuda a limpiar las impurezas del corazón. Por lo tanto, al participar en tal exaltación, no solo se logra la purificación, sino que también se obtienen los frutos de las acciones piadosas (punya-sravana-kirtana). Punya-sravana-kirtana se refiere al proceso del servicio devocional. Aunque uno no comprenda el significado del nombre, los pasatiempos o los atributos del Señor, se purifica simplemente al escucharlos o cantarlos. Esta purificación se conoce como sattva-bhavana.
El objetivo principal de la vida humana debe ser purificar la existencia y alcanzar la liberación. Mientras uno tenga un cuerpo material, se considera que está impuro. En esta condición impura y material, uno no puede disfrutar de una vida verdaderamente feliz, aunque todos la busquen. Por ello, el Srimad-Bhagavatam (5.5.1) afirma: tapo divyam putraka yena sattvam suddhyet: uno debe practicar tapasya, austeridad, para purificar su existencia y alcanzar la plataforma espiritual. La tapasya de cantar y exaltar el nombre, la gloria y los atributos del Señor es un proceso purificador muy accesible a través del cual todos pueden ser felices. Por lo tanto, cualquiera que desee la purificación definitiva de su corazón debe adoptar este proceso. Otros métodos, como el karma, el jñana y el yoga, no pueden limpiar el corazón de manera absoluta.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Sexto Canto, Capítulo 02 – Texto 12.

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