Krishna dice que Él le quita todo a aquel devoto como muestra de un favor especial.

La concepción corporal es la principal enfermedad en la vida material. A pesar de la frustración que experimenta ante las actividades temporales, el alma condicionada tiende a reanudar la búsqueda del disfrute material. A través de la compañía de devotos, uno puede llegar a reconocer la futilidad del materialismo, pero a menudo no logra desprenderse de su apego, aunque desee regresar a Dios. En estos casos, la Suprema Personalidad de Dios, que reside en el corazón de todos, retira compasivamente las posesiones materiales del devoto. Como se expresa en el Srimad-Bhagavatam (10.88.8): yasyaham anugrhnami harisye tad-dhanam sanaih. Cuando el devoto está excesivamente apegado a lo material, el Señor le retira todo, dejándolo indefenso y frustrado en sus relaciones sociales. Al sentirse desatendido por su familia, se entrega completamente a los pies de loto del Señor Supremo, lo que constituye un favor especial hacia un devoto que tiene dificultades para rendirse por su fuerte identificación con el cuerpo material. Según el Caitanya-caritamrta (Madhya 22.39): ami–vijna, ei murkhe ‘visaya’ kene diba. El Señor entiende la vacilación del devoto al dedicarse al servicio, quien se debate entre la vida material y la espiritual. Después de numerosos intentos y fracasos, acaba rindiéndose totalmente a los pies del Señor, quien le brinda guía y, una vez que alcanza la felicidad, olvida sus compromisos materiales.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Quinto Canto, Capítulo 14 – Texto 10

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