Siendo autosuficiente, el Señor Supremo no necesita grandes sacrificios.

Como el Señor Supremo es autosuficiente, no requiere grandes sacrificios. La búsqueda de una vida más lujosa es para aquellos que desean esa opulencia material por sus propios intereses. Yajnarthat karmano ‘nyatra loko ‘yam karma-bandhanah: [Bg. 3.9] Si no actuamos para complacer al Señor Supremo, nos dedicamos a las actividades de maya. Podemos erigir un templo magnífico y gastar miles de dólares, pero ese templo no es necesario para el Señor. Él cuenta con millones de templos para Su habitación y no precisa de nuestros esfuerzos. No necesita en absoluto actividades opulentas. Esa dedicación es en realidad para nuestro beneficio. Si utilizamos nuestro dinero en la construcción de un templo impresionante, nos liberamos de las reacciones de nuestros actos. Esto es para nuestro bien. Además, si procuramos hacer algo bueno para el Señor Supremo, Él se complace en nosotros y nos otorga Su bendición. En conclusión, los espléndidos arreglos no son en beneficio del Señor, sino del nuestro. Si de alguna manera logramos recibir las bendiciones del Señor, nuestra conciencia puede purificarse y podemos llegar a ser dignos de regresar a casa, de vuelta a Dios.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Quinto Canto, Capítulo 03 – Texto 08

Leave A Comment