La meta principal de la literatura védica es restablecer la conciencia original de la entidad viviente.

Tal como se menciona en la Bhagavad-gītā (2.42-43):

yām imāṁ puṣpitāṁ vācaṁ pravadanty avipaścitaḥ
veda-vāda-ratāḥ pārtha nānyad astīti vādinaḥ
kāmātmānaḥ svarga-parā janma-karma-phala-pradām
kriyā-viśeṣa-bahulāṁ bhogaiśvarya-gatiṁ prati

Los individuos de entendimiento limitado son intensamente atraídos por las prometedoras enseñanzas de los Vedas que fomentan diversas acciones productivas para alcanzar los reinos celestiales, un nacimiento favorable y la riqueza material. Impulsados por deseos de satisfacción sensorial y por una vida llena de lujos, sostienen que no hay nada más allá de estas aspiraciones.

Por otro lado, algunas secciones de los textos védicos están diseñadas para ofrecer placeres materiales a las almas condicionadas, guiándolas gradualmente a ajustarse a los principios védicos. Aquellas partes de los Vedas que promueven acciones fruitivas pueden resultar peligrosas, ya que quienes se involucran en tales búsquedas a menudo quedan atrapados en el placer material y descuidan el verdadero propósito de los Vedas. El objetivo final de la literatura védica es dirigir a la entidad viviente de regreso a su conciencia original, donde sirve eternamente como un siervo de la Suprema Personalidad de Dios. Al servir al Señor, la entidad viviente puede experimentar una plenitud espiritual infinita en la compañía del Señor en Su reino divino. Por lo tanto, quien sinceramente desee avanzar en la conciencia de Kṛṣṇa debe concentrarse en escuchar aquellas partes de la literatura védica que destacan el servicio devocional puro al Señor. Es fundamental aprender de aquellos expertos en la conciencia de Kṛṣṇa y evitar interpretaciones que fomenten deseos materialistas.

Cuando el individuo finalmente reconoce la diferencia entre los asuntos transitorios de este mundo y las actividades trascendentales del Señor Trivikrama, Kṛṣṇa, se entrega al Señor, disipando la oscuridad material de su corazón y renunciando al deseo de gratificación sensorial, el cual está enraizado en el pecado y la piedad. Aunque podemos clasificar a las personas de este mundo como pecadoras o piadosas, tanto las acciones pecaminosas como las piadosas tienen su origen en la autocomplacencia a nivel material. Si uno llega a comprender que la verdadera felicidad proviene del placer de Kṛṣṇa, el Señor permite que esa alma afortunada regrese a Su morada divina, conocida como Goloka Vṛndāvana. Según Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura, el Señor concede primero a un alma sincera la oportunidad de escuchar Sus pasatiempos. Una vez que el devoto desarrolla un interés genuino por estas historias, el Señor le brinda la oportunidad de participar en Sus actividades espirituales tal como se manifiestan en este mundo. Al involucrarse en los pasatiempos del Señor dentro de un universo específico, la entidad viviente se separa por completo del reino material y, finalmente, el Señor la lleva a Su morada personal en el cielo espiritual.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 01 – Texto 06-07

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