La diferencia entre jñāna (conocimiento védico ordinario) y vijñāna (autorrealización).
La diferencia entre jñāna (conocimiento védico ordinario) y vijñāna (autorrealización) puede explicarse de la siguiente manera. Un alma condicionada, al adquirir el conocimiento védico, tiende a identificarse con el cuerpo material y la mente, extendiendo esta identificación al universo material. A medida que esta alma explora su entorno, aprende a través de las enseñanzas védicas que la Suprema Personalidad de Dios es la causa última de todas las manifestaciones materiales. Comienza a ver el mundo como propio. A medida que avanza en su realización espiritual, trasciende las limitaciones de la identificación corporal, reconociendo la existencia del alma eterna y, finalmente, viéndose a sí misma como una parte integral del reino espiritual, Vaikuṇṭha. En esta etapa, su interés en la Personalidad de Dios evoluciona de considerarlo únicamente como la explicación suprema del mundo material a reorientar su conciencia para verlo como el foco central de su atención. Este cambio es crucial, ya que el Señor Supremo es el verdadero centro y causa de todo. Un alma realizada en el estado de vijñāna reconoce a la Personalidad de Dios no solo como el creador del mundo material, sino como la entidad suprema que existe felizmente en Su realidad eterna. Al profundizar en la comprensión del Señor Supremo y Su dominio en el cielo espiritual, se produce un desinterés gradual por el universo material, dejando de definir al Señor Supremo por Sus manifestaciones temporales. Por el contrario, la etapa de jñāna representa un nivel básico de conocimiento para quienes aún se identifican con el universo material, mientras que vijñāna denota un nivel más avanzado de comprensión para aquellos que reconocen su relación como parte del Señor Supremo.
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 19 – Texto 15.