El Señor Supremo ha investido graciosamente todos Sus poderes divinos en Su Santo Nombre.
La expresión ‘dhyeyaṁ sadā’, que se traduce como ‘meditar siempre’, sugiere que no existían reglas estrictas sobre el canto de los nombres sagrados de Kṛṣṇa en aquel tiempo. En la era de Kali-yuga, el método recomendado de meditación es el canto continuo de los nombres sagrados del Señor, especialmente el mantra ‘Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare’. Esta práctica debe llevarse a cabo de manera constante y en todo momento (sadā). De manera similar, Caitanya Mahāprabhu ha afirmado: ‘nāmnām akāri bahudhā nija-sarva-śaktis tatrārpitā niyamitaḥ smaraṇe na kālaḥ’: en Kali-yuga, el Señor Supremo ha distribuido generosamente todos sus poderes divinos en Su nombre sagrado, y no hay regulaciones estrictas sobre el canto de estos nombres. La referencia a reglas se relaciona con kāla-deśa-niyama, o regulaciones de tiempo y lugar. En términos generales, existen directrices estrictas que rigen el tiempo, la temporada, el lugar y las condiciones en las que se pueden realizar ciertos rituales védicos o cantar mantras específicos. Sin embargo, se permite cantar los nombres sagrados de Kṛṣṇa en cualquier momento y lugar, las veinticuatro horas del día. Por lo tanto, no hay limitaciones en cuanto a tiempo o lugar. Esto refleja la esencia de la declaración de Caitanya Mahāprabhu.
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 05 – Texto 33.