Cada instrucción negativa en los escritos se reconoce por tener una limitación específica.

El śruti védico (śabda) desaconseja la especulación acerca de la Verdad Absoluta. Estas prohibiciones actúan como afirmaciones indirectas de la existencia de la entidad viviente suprema. En esencia, tales restricciones védicas están diseñadas para alejar a uno del engañoso sendero de la especulación mental, llevándolo, en última instancia, hacia la sumisión devocional. Como afirma el Señor Kṛṣṇa en la Bhagavad-gītā: ‘vedaiś ca sarvair aham eva vedyaḥ’; a través de toda la literatura védica, uno puede conocer a la Suprema Personalidad de Dios. La declaración de que un método como la especulación mental es ineficaz (‘yato vāco nivartante aprāpya manasā saha’) sugiere indirectamente un camino válido para alcanzar al Supremo. Śrīla Śrīdhara Svāmī ha señalado que ‘sarvasya niṣedhasya sāvadhitvāt’: ‘Se comprende que cada mandato negativo tiene un límite específico. Las prohibiciones no pueden aplicarse de manera universal’. Por ejemplo, un mandato negativo dice que ningún ser vivo puede ser igual o superior a la Suprema Personalidad de Dios. Sin embargo, el Śrīmad-Bhāgavatam aclara que el profundo amor que los habitantes de Vṛndāvana tienen por Kṛṣṇa les permite, en ocasiones, adoptar una posición superior. Por lo tanto, la madre Yaśodā ata a Kṛṣṇa con cuerdas, y a veces los célebres vaqueros se suben a los hombros de Kṛṣṇa o incluso lo superan en una lucha. Así, los mandatos negativos pueden adaptarse según el contexto trascendental.

Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 03 – Texto 36.

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