Es necesario tener una plena fe en la literatura trascendental.
Śrīla Madhvācārya cita una afirmación del Brahmāṇḍa Purāṇa que enfatiza la necesidad de tener una fe inquebrantable en textos trascendentales como el Śrīmad-Bhāgavatam y otros escritos que rinden homenaje a la Suprema Personalidad de Dios. Asimismo, es fundamental confiar en los tantras vaiṣṇavas, los Vedas originales y el Mahābhārata, que incluye el Bhagavad-gītā y es considerado el quinto Veda. Se reconoce que el conocimiento védico surgió del aliento de Viṣṇu y fue sistematizado en forma literaria por Śrīla Vyāsadeva, quien es una encarnación de Viṣṇu; por consiguiente, el Señor Viṣṇu es visto como el orador directo de esta literatura védica.
Otros textos védicos, conocidos como kalā-vidyā, ofrecen orientación sobre las artes y ciencias materiales. Dado que estas habilidades y conocimientos védicos, en última instancia, están destinados a ofrecer devoción a la Suprema Personalidad de Dios, Keśava, es crucial que las personas santas de la orden renunciante eviten menospreciar estos escritos aparentemente seculares. Criticar tales textos podría llevar a la caída espiritual, ya que están indirectamente vinculados al Señor Supremo.
El término śraddhā se refiere a un estado mental fundamentado en la fe, el cual puede dividirse en dos tipos. El primero es la creencia firme en que todas las declaraciones presentes en las diversas literaturas védicas son verdaderas, lo que significa que el conocimiento védico es infalible, conocido como śraddhā o fe. El segundo tipo de fe implica la convicción de que uno debe implementar orientaciones específicas de la literatura védica para alcanzar los objetivos de la vida. Los devotos del Señor Supremo deben aplicar el primer tipo de fe a las diversas kalā-vidyās, o artes y ciencias védicas, pero estos textos no deben ser considerados como la definición de los objetivos personales de la vida. Además, no debe seguirse ningún mandato védico que contradiga las instrucciones de las escrituras Vaiṣṇavas como el Pañcarātra.
En esencia, se debe reconocer que toda la literatura védica describe directa o indirectamente a la Suprema Personalidad de Dios y evitar denigrar cualquier parte de la misma. Para todos los seres, incluyendo al Señor Brahmā y a las entidades más simples como los árboles y las piedras, menospreciar los textos védicos resulta en la profundización en la ignorancia. Por lo tanto, los suras-demigodos, sabios venerables y devotos del Señor deben comprender que las literaturas Pañcarātrica, así como los cuatro Vedas, el Rāmāyaṇa original, el Śrīmad-Bhāgavatam, otros Purāṇas y el Mahābhārata, son todos textos védicos que afirman la supremacía de la Suprema Personalidad de Dios y el estatus trascendental diferente de los devotos del Señor conforme a su progreso espiritual. Cualquier interpretación alternativa de la literatura védica es considerada ilusoria. En todos los textos religiosos autorizados, la aspiración suprema es reconocer que la Suprema Personalidad de Dios gobierna a uno y a todos, mientras que Sus devotos, aunque diferentes en sus niveles de avance espiritual, están intrínsecamente conectados a Él. El Señor Kṛṣṇa declara en el Bhagavad-gītā, Vedaiś ca sarvair aham eva vedyo / Veda-anta-kṛd veda-vid eva cāham: «Por todos los Vedas debo ser conocido; en verdad, soy el compilador del Vedānta, y soy el conocedor de los Vedas.»
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Undécimo Canto, Capítulo 03 – Texto 26