Desafiar las órdenes de un maestro espiritual puede implicar perderlo todo.
Bali Maharaja e Indra eran adversarios. Cuando Brhaspati, el guía espiritual de los semidioses, predijo que Bali Maharaja sería derrotado por su falta de respeto hacia los brahmanas que lo habían respaldado, Indra aguardó ansioso el momento. Para apaciguar al Rey Indra, Brhaspati aseguró que esto ocurriría, afirmando que Bali Maharaja desobedecería las instrucciones de su maestro espiritual, Sukracarya, para satisfacer al Señor Vishnu, Vamanadeva. Aunque avanzar en la conciencia de Krishna suele conllevar riesgos, Bali Maharaja decidió desafiar las órdenes de Sukracarya para rendir homenaje a Vamanadeva. Esta decisión le traería la pérdida de todas sus riquezas; sin embargo, gracias a su devoción al Señor, acabaría obteniendo mucho más de lo que había esperado, y en el octavo manvantara, recuperaría el trono de Indra.
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Octavo Canto, Capítulo 15 – Texto 31.