Aquellos que son influenciados por la energia ilusoria del Senor tienen una relacion indirecta con Krishna.
En última instancia, la realidad es tanto personal como divina, y no es sorprendente que, como revela la literatura védica, nuestro universo y otros estén bajo la supervisión de personalidades significativas, de manera similar a cómo nuestras ciudades, estados y naciones son gobernados por quienes tienen autoridad. Al elegir democráticamente a un político, lo hacemos porque él o ella ha demostrado cualidades que asociamos con el ‘liderazgo’ o la ‘capacidad’. Creemos que realizarán el trabajo. En otras palabras, solo después de que alguien haya evidenciado su capacidad de liderazgo decidimos votarle; nuestro voto reconoce en él un poder que proviene de una fuente superior. Como menciona el Señor Kṛṣṇa al final del capítulo diez de la Bhagavad-gītā, cualquier ser que manifieste un poder, talento o autoridad excepcionales debe haber recibido esa capacidad del Señor o de Su energía.
Quienes están directamente facultados por el Señor son devotos de Él, lo que permite que su poder e influencia promuevan el bienestar en el mundo. Por otro lado, aquellos que están influenciados por el poder ilusorio del Señor tienen una relación indirecta con Kṛṣṇa, ya que no encarnan directamente Su voluntad. Sin embargo, reflejan Su voluntad de manera indirecta, ya que es a través de las disposiciones de Kṛṣṇa que las leyes de la naturaleza actúan sobre los seres vivos desinformados. Este proceso los impulsa gradualmente, a lo largo de muchas vidas, a rendirse al Señor Supremo. Al igual que los políticos crean guerras, falsas esperanzas y una variedad de esquemas para los seguidores materialistas, participan indirectamente en el plan del Señor para que las almas condicionadas aprendan de las serias consecuencias de la ausencia de Dios.
Fuente: A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (edición 2014), «Srimad Bhagavatam», Décimo Canto, Capítulo 33 – Texto 31